Venezuela, Irán, Cuba, Corea del Norte: ¿cuál es su situacion epidemiologica?
Corea del Norte, sorprendentemente, no ha reconocido públicamente ningún caso de coronavirus entre sus 25 millones de habitantes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El ritmo de vacunación consolidado en Europa sigue siendo muy dispar entre los países comunitarios. España, pese a que mantiene el objetivo anunciado de inmunizar al 70 por ciento de la población para finales de la temporada estival, ha ralentizado el ritmo durante las últimas semanas respecto a otros países vecinos. Acciones como la implementada por la presidenta Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid con la vacunación nocturna en el hospital Enfermera Isabel Zendal y en el WiZink Center, con las que se busca agilizar el proceso de vacunación, están siendo efectivas a la hora de seguir luchando contra la covid-19.
España se encuentra por detrás de naciones como Portugal, Alemania, Dinamarca, Bélgica y Luxemburgo. Hungría y Malta se mantienen a la cabeza, con una inmunización correspondiente al 52 y al 55,1 por ciento de sus ciudadanos. De esta manera, España cae hasta el decimosexto puesto en la lista de países más ágiles en la vacunación. En todo caso, los datos apuntan a que casi tres de cada diez ciudadanos de la UE ya se encuentran inmunizados frente al virus. La tasa asciende hasta el 52,7 % si tenemos en consideración la población que ha recibido ya al menos una dosis.
En Estados Unidos la situación tampoco es mucho más ventajosa, donde el ritmo sigue siendo un 19% más lento que hace una semana. Por su parte, el ritmo diario de vacunación contra la covid-19 en el país norteamericano se sitúa cerca de un tercio de lo que era hace dos meses, según los datos publicados el martes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU. Allí, el 46,4% de la población estadounidense está totalmente vacunada, es decir, unas 154 millones de personas.
¿Cómo está evolucionando el proceso de vacunación en países autoritarios?
El régimen de Nicolás Maduro ha comenzado una campaña de vacunación con el viral Abdala, de fabricación cubana. El medicamento que ha llegado al país sudamericano, que necesita hasta tres dosis, no cuenta con la certificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), circunstancia que ha generado mucha desconfianza. La Academia de Medicina de Venezuela ha reaccionado de inmediato y en un comunicado ha expresado su preocupación por la posibilidad de que la llegada de las vacunas cubanas se haya producido "por razones eminentemente políticas".
En marzo, Maduro prohibió la entrada de las vacunas AstraZeneca que iba a recibir el país a través del mecanismo Covax de la OMS. "No va a entrar ninguna vacuna al país, ni debe ser enviada, que no haya sido autorizada por nuestros institutos científicos nacionales", espetó el gobernante.
Cuba también ha producido la vacuna Soberana 02, por lo que consolida su apuesta por las vacunas de elaboración propia. Las expectativas serían las de conseguir que el país comunista pueda convertirse en el primer país en tener al 70% de su población vacunada con un antídoto de desarrollo y producción doméstica, aunque este se encuentre todavía en fases de pruebas. El viral Soberana 02, que presenta una eficacia del 62% con dos dosis, ya ha sido demandado por países como Argentina, México, Vietnam y Venezuela.
En Irán están viviendo una circunstancia muy particular debido a las teorías conspiranoicas que invaden al país. El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, se vacunó el pasado viernes con la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Irán, bautizada con el nombre de COV-Iran Barakat. Tras esto, Jamenei destacó su empeño en que "no estaba a favor de usar vacunas que no fueran iraníes". En este sentido, el ayatolá declaró que "esperaría hasta que, si Dios quería, se produjera una vacuna en el país y usaría esa".
Corea del Norte, sorprendentemente, no ha reconocido públicamente ningún caso de coronavirus entre sus 25 millones de habitantes. Los expertos afirman que esta circunstancia puede estar relacionada con la limitada capacidad de realizar pruebas de Pyongyang. El país liderado por Kim Jong Un aún no ha recibido ninguna vacuna contra el coronavirus. En este sentido, funcionarios de la administración del presidente estadounidense Joe Biden han confirmado que la Casa Blanca está abierta a compartir vacunas con Pyongyang, aunque no está claro aún el grado de aceptación del régimen de Kim.