Madrid - Publicado el
1 min lectura
El asalto que el Gobierno ha perpetrado hoy al Consejo de Administración de Radio Televisión Española es un paso más en la grave escalada de colonización de las instituciones que el sanchismo está llevando a cabo. En esta ocasión ha aprobado un decreto ley, pactado entre el PSOE y Sumar, que garantiza a Sánchez el control absoluto del ente público durante los próximos seis años, incluso aunque hubiera un cambio de Gobierno. La maniobra, realizada con alevosía, se lleva a cabo para dar entrada en el Consejo de la televisión pública a los socios radicales del Gobierno, al tiempo que deja al PP absolutamente infrarrepresentado, a pesar de ser el principal partido de la oposición. Mediante este decreto ley se rebaja la mayoría de dos tercios necesaria, de manera que, en segunda vuelta, los socialistas no necesitarán al PP para decidir los 11 nombres que saldrán del Congreso de los Diputados y que el Ejecutivo colará en el órgano de gobierno de Radio Televisión Española.
El ministro para la Transformación Digital, Óscar López, ha tenido además el cinismo de decir que este será el Consejo más plural de todos los tiempos en la televisión pública y que aquí el único partido que está vetado es VOX, porque no es democrático. La degradación institucional a la que nos está sometiendo el sanchismo es de tal calibre que ya no hay que pensar solo en el destrozo que provoca en los momentos actuales, sino en lo que va a costar en el futuro regenerar las prácticas de aquellos que supuestamente venían a regenerar la democracia española.