Deterioro de un centro puntero de investigación

El Patronato del principal centro español de investigación contra el cáncer, el CNIO, ha decidido por unanimidad cesar a su directora, María Blasco, tras semanas de polémica pública por su más que discutible gestión. Ahora será el Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid el que se encargue de investigar si hubo estafa o malversación durante el mandato de una científica que no ha pasado inadvertida para la opinión pública. A lo largo de las últimas semanas se han hecho públicas informaciones sobre supuestos cobros de sobresueldos, manipulación de contratos, gastos personales de difícil justificación, denuncias de acoso y abuso de poder. Todo ello ha provocado que un grupo relevante de investigadores de ese centro lo haya abandonado para marcharse a otros países, y que diversos miembros del Patronato del CNIO hayan urgido su cese.

Al margen del indiscutible currículum científico de María Blasco, su mandato se ha caracterizado por decisiones como la inversión en compra de cuadros para el CNIO-ARTE y por un alto perfil de exposición mediática, en el que combinaba sus declaraciones sobre la investigación científica con otras sobre materias diversas que respondían a su ideología personal. Es grave el desprestigio que este caso ha acarreado a la investigación científica española, pero también la actitud de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, empeñada, por razones políticas y de amistad, en la defensa férrea de la directora ahora cesada, al haber perdido todo su crédito entre los investigadores.