LÍNEA EDITORIAL

Un falso derecho

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Partido Socialista no desaprovecha la mínima oportunidad, cuando necesita incrementar su presencia pública, para sacar a relucir lo que considera una asignatura pendiente de la sociedad española, la legalización de la eutanasia. Ahora ha presentado en el Congreso una proposición de ley con el fin de legalizarla e incluirla dentro de las prestaciones de la Seguridad Social. Los socialistas esgrimen una supuesta sensibilidad social favorable a la eutanasia y la necesidad de dar una respuesta adecuada a esa demanda. Lo que no dicen es que esa demanda, difícil de cuantificar, es fruto de una machacona ingeniería social, y que una respuesta adecuada a las situaciones de enfermedad terminal, que tenga en cuenta todas las dimensiones de lo humano, son los cuidados paliativos terminales.

Como ha dicho en reiteradas ocasiones el Papa Francisco, la pendiente resbaladiza hacia la eutanasia en las sociedades occidentales responde a una afirmación ideológica de la voluntad de poder del hombre sobre su vida, que se abre paso cuando se difumina el sentido de la vida y de la muerte.

Con esta Proposición, que en apariencia garantiza la libertad de consentimiento y recoje la posibilidad de la objeción de conciencia médica, los socialistas pretenden elevar la eutanasia a la categoría de nuevo derecho constitucional. Pero como ha señalado el Portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, se trata de un monumento a la insolidaridad, promueve un falso derecho y un corredor de la muerte voluntario.