Madrid - Publicado el - Actualizado
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Con perspectivas diferentes, tanto el Papa Francisco como el rey Felipe VI han hablado en estas fechas navideñas de fraternidad y concordia como cimiento de la convivencia y la paz, el bien más preciado. El Papa subrayó en su tradicional mensaje navideño al mundo entero, que con su encarnación, el Hijo de Dios muestra que la salvación pasa a través del amor, la acogida y el respeto de nuestra humanidad, que se expresa en una gran variedad de etnias, lenguas y culturas. Como explicó Francisco, nuestras diferencias no son un daño o un peligro, son una riqueza. Y desde esa clave urgió a superar mediante el diálogo y el perdón los numerosos conflictos que atormentan a nuestro mundo.
Por su parte el rey de España habló de convivencia como antídoto para el resentimiento, la división y la injusticia, con la mente puesta en el conjunto de la sociedad española y especialmente en los problemas de la juventud. Mientras los principales partidos elogiaban al Jefe del Estado, el secesionismo insistía en su retórica de la ruptura. Mientras el rey Felipe VI señalaba el camino del diálogo dentro de la lealtad a la Constitución, que es la norma que garantiza nuestra convivencia en libertad, el Presidente de la Generalitat respondía que en Cataluña no hay un problema de convivencia sino de democracia. Se equivoca en lo primero pero acierta en lo segundo, porque no hay democracia donde se desprecia la ley y se impone la arbitrariedad.