Horas decisivas en Venezuela

00:00

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

El resultado electoral que ha ofrecido el régimen de Maduro, según todos los indicios, es fruto de un fraude. No se ha permito la presencia de observadores internacionales medianamente fiables y no se han mostrado más que el 40 por ciento de las actas electorales. Encuestas serias señalaban una amplia victoria de la oposición. La participación ha sido masiva, sobre todo en los barrios populares. Con estos y otros datos no se puede dar por buena la victoria chavista.

Venezuela en estos momentos vive un estado de agitación que será necesario, en la medida de lo posible, enfriar. Y para lograrlo es necesario que el chavismo de unos mínimos signos de estar dispuesto a abrir un proceso de transición mínimamente fiable. Maduro ha puesto en marcha muchas veces procesos de diálogo sin voluntad alguna de escuchar.

La comunidad internacional ha alzado su voz para denunciar lo que ha ocurrido este domingo. Estados Unidos, la UE, Chile y Colombia han pedido un recuento transparente. Sin la comunidad internacional es imposible que se abra un proceso de transición. Y también en este capítulo es conveniente una reacción inteligente. Sería necesario que la izquierda latinoamericana que cree en la democracia, por ejemplo, Lula, empujara a Maduro a abandonar el poder.

La fórmula de las sanciones ya no es suficiente. Sí sería útil apoyar a las facciones del chavismo que apuestan por el cambio, y ofrecer a Maduro y a sus fieles un puente de plata para su salida del país.