Ángel Alberich, el ingeniero cuyo algoritmo ha detectado 150.000 cánceres: "En medicina, la IA llega donde no llega el ojo humano"
La Inteligencia Artificial es capaz de detectar lesiones que antes pasaban desapercibidas y que podrían tardar años en aparecer
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El cáncer acabó con la vida de casi 10 millones de personas en 2022, el último año sobre el que hay datos, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). España sumó a esa trágica cifra un total de 114.828 muertes, un 4,6 por ciento más que el año anterior.
La incidencia de esta enfermedad, lejos de reducirse, crece cada año. No en vano, gran parte de los recursos con los que cuenta el sector de la salud a nivel mundial están destinados a investigarla. Pese a ello, la larga sombra de la gran pregunta -¿existe la cura del cáncer?- se cierne sobre nosotros sin descanso.
Ángel alberich, un protagonista
No, de momento, no existe la cura del cáncer. La medicina ha sido capaz de comprender mejor la enfermedad, hasta el punto de conseguir tratarla y brindar, por ligera que sea, alguna esperanza a quienes la padecen, sin embargo, queda por recorrer el tramo más largo del camino.
Para el caso, la Inteligencia Artificial ha emergido como una buena compañera de viaje, y Ángel Alberich, que ha estado en 'Lo que Viene', la conoce bien. Este ingeniero está al mando de Quibim, una compañía que ha diseñado un algoritmo de Inteligencia Artificial capaz de identificar enfermedades, tales como el cáncer, con un alto grado de precisión. De hecho, desde que comercializa su producto, ha detectado 150.000 cánceres en los 24 países en los que opera.
el ojo de la inteligencia artificial llega donde no llega el humano
Cuando hablamos de sobrevivir al cáncer, la principal diferencia la marca el diagnóstico. Si la enfermedad se encuentra en su fase más temprana, las posibilidades de superarlo aumentan considerablemente, no así cuando el cáncer se ha propagado por distintos órganos del cuerpo.
El radiodiagnóstico es, por tanto, crucial y, en este caso, la IA ha llegado para sumar. En palabras de Alberich, "cuando el radiólogo utiliza la Inteligencia Artificial, mejora su capacidad diagnóstica". Eso significa que ahora un médico, con la ayuda de esta tecnología, "es capaz de detectar lesiones que antes pasaban desapercibidas y que podrían tardar años en aparecer", con lo que eso supone.
Sabiendo que la detección temprana del cáncer es el factor que más vidas puede salvar, es posible que estemos ante uno de los mayores avances en la historia de la tecnología y la medicina. Esto se debe a que el ojo de la IA, explica Alberich, "llega más lejos que el ojo humano".
casos prácticos
La lectura aislada del ojo humano "a veces no es suficiente". Alberich recuerda el caso de un ciudadano peruano que, tras presentar síntomas de un cáncer de próstata, acudió una serie de veces al hospital para realizarse pruebas. El médico que le atendió, tras estudiar el resultado de las biopsias varias veces y no encontrar el foco del problema, puso el caso en manos del algoritmo elaborado por Alberich y su equipo. Fue entonces cuando encontraron la lesión, algo que, de otra manera, hubiera sido inviable.
¿Y que sucede si el diagnóstico de un médico no coincide con el que hace la IA? Algo así ha sucedido recientemente en Francia. En esta ocasión, la lectura del médico, explica Alberich, "indicaba positivo en cáncer en una zona que su algoritmo daba por sana, sin embargo, la Inteligencia Artificial sí que encontraba cáncer en una zona en la que el médico no la apreciaba".
Finalmente, fue el algoritmo el que emitió el diagnóstico acertado, algo que el médico "aceptó", dado que no se trata de una competición, sino de brindar el mejor trato posible al paciente.
Eso abre un nuevo debate. ¿Qué pasaría si, en una situación de urgencia, en la que no hay tiempo para analizar en profundidad, el doctor aprecia una lesión en una zona concreta y la Inteligencia Artificial no? Cuenta Alberich que "el diagnóstico actual lo emite el médico, aunque apoyado en la tecnología". Es decir, pese a que la decisión final recae sobre el profesional, la tecnología no está exenta de "responsabilidad".
¿cuál es el siguiente paso?
La capacidad que la Inteligencia Artificial nos brinda de identificar enfermedades antes de lo que lo hacíamos es un paso de gigante, y no sólo en la lucha contra el cáncer. Por suerte, eso es una realidad en 2025, con lo que cabe preguntarse por el próximo paso.
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Alberich indica que "el próximo hito será convertir esos algoritmos detectores en herramientas capaces de predecir lo que va a ocurrir", es decir, adelantarnos. Por ejemplo, identificada una lesión, "saber de antemano si el paciente, por su perfil, va a responder o no a cierto tratamiento".
¿españa invierte en ciencia e innovación?
Alberich, por su experiencia laboral dentro y fuera de España, ha podido comparar cuanto invierte nuestro país en Ciencia e Innovación respecto a otras naciones. En este sentido, asegura que "España y Europa están lejos de los escenarios de inversión que hay en Estados Unidos o en China".
Pese a ello, explica que, "durante los últimos cinco años, han aparecido cada vez más vehículos de inversión que están apoyando el talento que hay en España". Algo que, por otro lado, no podría suceder si no hubiera talento. Por suerte, los agentes inversores "han encontrado este tesoro".