El PSOE y la lealtad constitucional

Después del discurso del Rey, a medida que se agudiza la crisis constitucional, hay una pregunta clave para atisbar una solución adecuada al desafío secesionista: ¿dónde se ha colocado el PSOE? ¿Al lado de quién está el principal partido de la oposición? ¿Por qué el partido de Pedro Sánchez no ha mostrado un claro e inequívoco apoyo a las palabras de Felipe VI y por consiguiente facilita la unidad de los constitucionalistas en la aplicación del artículo 155 de la Constitución?

Hasta el momento lo único que sabemos es que el partido socialista, por decisión de Pedro Sánchez, impulsará una reprobación a la Vicepresidenta del Gobierno en el Parlamento. Una decisión que ha causado sorpresa en las filas socialistas y ha motivado que líderes históricos, como Alfonso Guerra, afirmen que el PSOE debiera retirarla, del mismo modo que sostienen que no hay que demonizar el artículo 155 de la Constitución.

Pedro Sánchez está en su derecho de reclamar a Rajoy una vía de diálogo con el Gobierno de la Generalitat. Pero por lealtad a España, a sus votantes y a la historia reciente de su partido, debe abandonar la estrategia oportunista y cerrar filas sin fisuras en la defensa del ordenamiento constitucional y de los principios democráticos del Estado de Derecho. Sánchez no puede correr la carrera hacia la Moncloa a costa de la dignidad de los socialistas y del futuro de España. En estos días es más necesaria que nunca una política de Estado y no el juego de equidistancias que practica.