Sánchez dispuesto a seguir con el chantaje
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Madrid - Publicado el
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Pedro Sánchez ha dicho hoy que mantiene su propósito de reunirse con Carles Puigdemont. Ha bastado un mínimo movimiento, amenazando con poner en jaque al Ejecutivo, para que Sánchez ceda aún más ante el líder del golpe contra la Constitución, huido de la Justicia. El Presidente del Gobierno lo ha justificado diciendo que el PP también pacta con Junts en el Congreso, como si se tratase de lo mismo. A estas alturas es evidente que Sánchez acepta un chantaje continuado para poder mantener los famosos siete votos que le permiten seguir atornillado a la silla de Moncloa.
Aquellas afirmaciones acerca de que la amnistía era ilegal o de que traería a Puigdemont de vuelta a España, tienen el valor que la palabra de Sánchez ha demostrado tener. Junts insiste en que la amnistía no se ha aplicado y Sánchez responde diciendo que “políticamente” ya está en vigor. El Tribunal Supremo ha dicho que el delito de malversación no es amnistiable y que, por lo tanto, Puigdemont no puede beneficiarse, y Sánchez mira para otro lado.
Es la triste realidad de un Ejecutivo que dice una cosa un día y al día siguiente la contraria, que está sumido en una absurda huida hacia adelante y acosado por la corrupción, pero dispuesto a seguir haciendo creer que todo va viento en popa y que los españoles habríamos pasado página y estaríamos encantados con el proceder de un Gobierno rendido ante un prófugo de la Justicia.