El sueño europeo de Macron

El presidente francés, Emmanuel Macron, presentó ayer en la sede de la Sorbona su ambicioso proyecto para la reforma de las instituciones europeas que sólo podrá seguir adelante con el apoyo de Alemania. Animado por una ambición que a algunos parece excesiva, Macron considera que la crisis que sufre Europa hay que afrontarla con audacia como única respuesta. Con su programa, Macron aspira a presentarse como el gran líder que necesita la Unión Europea, antes de que sea arrollada por el euroescepticismo de los partidos populistas y del nacionalismo que resurge de sus cenizas.

Lo esencial de las reformas, que se aplicarían a lo largo de diez años, es la implantación de una Europa de varias velocidades a partir de un núcleo fuerte al que se unirían poco a poco los países dispuestos a asumir las exigencias de la nueva “hoja de ruta”. La idea es crear una política de defensa y seguridad comunes, una fuerza de intervención conjunta, una fiscalía europea contra el terrorismo, una tasa sobre las transacciones financieras, una política de asilo que implique el refuerzo de las fronteras, un presupuesto común y un ministro europeo de Economía y Hacienda.

El plan contempla medidas para impulsar las nuevas tecnologías y la innovación, y propone la elección de un parlamento para los países que comparten el euro. Este programa requiere un amplio debate europeo, pero sobre todo necesita el apoyo esencial de Alemania. Está por ver si Ángela Merkel puede mantener su liderazgo tras el panorama que ha emergido de las urnas el pasado domingo.