La tarea de la oposición
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente Sánchez dice que no acudirá al Senado para dar explicaciones sobre su tesis doctoral porque su título es un asunto privado y porque no quiere contribuir a desprestigiar la Cámara Alta. Pero ni su título, sobre el que recae una duda razonable de limpieza intelectual, es privado, ni el Senado pierde prestigio por aclarar un asunto serio y de interés general. Sánchez ha dado un paso más en su desprecio al Senado, porque allí no dispone de los mismos aliados que le han permitido llegar a La Moncloa. Recordemos que ya ha intentado soslayar el debate del proyecto de Presupuestos en la Cámara Alta mediante una triquiñuela que todavía le puede costar un varapalo del Tribunal Constitucional.
El Senado sigue ahí como el último freno político a los modos que está exhibiendo Sánchez, a quien su debilidad parlamentaria parece no incomodar demasiado mientras sus aliados le permitan gobernar. Incluso en el caso de que no pudiera sacar adelante sus Presupuestos, el Presidente prorrogaría los que le ha legado Rajoy para eludir una derrota parlamentaria. Sánchez se está acostumbrando a sobrevivir eludiendo los controles y contrapesos del Parlamento con el fin de estirar lo más posible la legislatura. La oposición tiene la responsabilidad de señalar las lagunas de su gobernación y el tiempo precioso que estamos perdiendo para afrontar grandes desafíos que se nos vienen encima.