Línea Editorial COPE: El abrazo de Maoz y Aziz

Durante su visita a Verona, este fin de semana el Papa Francisco ha abrazado públicamente a un palestino y a un israelí, en un gesto que tuvo lugar durante el encuentro “Justicia y paz se besarán”, colofón del viaje del Papa a la localidad italiana.

Previamente, los dos testimonios habían con conmovieron a las miles de personas presentes. El de Maoz Inon, israelí, cuyos padres fueron asesinados por Hamás el 7 de octubre, y el de Aziz Sarah, a quien la guerra le arrancó a un hermano. Dieron testimonio público, hablaron, se abrazaron y luego abrazaron al Papa Francisco, enviando al mundo entero una señal elocuente.

El Espíritu es capaz de crear armonía a partir de realidades diferentes, a veces conflictivas. Ayer domingo, durante la festividad de Pentecostés, el Papa insistió en ello para pedir que el Espíritu conduzca a los gobernantes de las naciones y a todos nosotros a abrir puertas de paz. Se necesita en cada corazón, en las familias, en la sociedad y muy especialmente en los lugares golpeados por la guerra, donde en medio de la desolación es posible abrir puertas a esa paz, a esa esperanza cierta. En el abrazo con Maoz y Aziz, por la vía de los hechos, el Papa nos ha mostrado esa verdad que tanto repite y que a algunos curiosamente escandaliza: en medio de tanta crueldad y desesperanza, en medio del terror que tanta perplejidad provoca, existe un terreno para reencontrarse como hermanos, y ese terreno no es otro que el del sufrimiento común.