Línea Editorial: Un homenaje urgente y necesario

Tal y como se temía, ha comenzado el traslado de presos condenados por terrorismo a cárceles del País Vasco como parte de la deuda contraída por Pedro Sánchez para instalarse en La Moncloa. Al mismo tiempo, nada se ha hecho para evitar los previstos homenajes a quienes regresan una vez cumplida su condena, haciendo gala incluso de sus crímenes, como ha ocurrido con el “sanguinario “Santi Potros”. En realidad, nada habría que objetar si estos antiguos terroristas cumpliesen con los requisitos que señala la ley, es decir, el arrepentimiento, la colaboración con la justicia y la petición de perdón a las víctimas, todo ello hechote manera pública y notoria. Ninguna de estas condiciones se ha dado con los dos primeros terroristas que se han beneficiado del pago de la deuda contraída por Sánchez, infligiendo así una nueva humillación a las víctimas del terror.

Ante este tiempo de angustia añadida que se abre para quienes sufrieron la zarpa del terror, se hace cada día más urgente y necesario un homenaje público e institucional a todas las víctimas, incluidas los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que durante tantos años lucharon contra por las libertades democráticas. Sería la obligada respuesta a la afrenta a la dignidad de estas víctimas que suponen los homenajes organizados por la izquierda radical vasca a los antiguos terroristas que vuelven al País Vasco. Entre estas víctimas se encuentran también los numerosos miembros de la Guardia Civil y la Policía que fueron denunciados falsamente de malos tratos, torturas y otros episodios relacionados con lo que se llamó “guerra sucia” y que perdieron hasta su carrera en defensa del Estado. Es un deber de convivencia que el Estado debe asumir, sin pérdida de tiempo, al margen de las vergonzosas concesiones hechas por Sánchez para ocupar el Poder.