Madrid - Publicado el - Actualizado
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En España hay en este momento 45.000 mujeres que son esclavas. Muchas de ellas han llegado engañadas a nuestro país, otras han sido engañadas aquí. Se les niegan sus derechos fundamentales, en algunos casos se les droga y siempre se les amenaza. Están en los prostíbulos de nuestras ciudades, en los bares de alterne, en los clubes de carretera. Las tenemos muy cerca. Y son esclavizadas porque la prostitución es un negocio con el que algunos hacen mucho dinero. Son las víctimas de la trata.
Hoy es el día contra la trata de personas, uno de los fenómenos más sucios del comienzo del siglo XXI. Como en su tiempo hubo redes de comercio de esclavos que iban de África a América, en este momento el mundo está surcado por rutas de tráfico ilegal de personas que compiten con el tráfico de drogas y de armas. Como ha señalado el Papa Francisco, la humanidad está enferma al aceptar que una mujer sea tratada como una mercancía. Para luchar contra esta lacra de nuestro es decisiva la cooperación policial internacional y dotarse de los medios jurídicos adecuados. Pero, sobre todo, es necesaria una sensibilización social sobre la prostitución. La prostitución no es, como algunos dicen, una profesión ejercida con libertad. Las víctimas de la trata tienen grandes dificultades para denunciar. Toda colaboración es poca para poner en conocimiento de la policía las situaciones de explotación. Se necesitan además personas dispuestas a formarse para acoger, acompañar y reparar todo el mal que causa en esas mujeres la explotación que han sufrido.