Resaca soberanista en el Reino Unido
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El resultado de las elecciones en el Reino Unido es mucho más que una victoria clara del laborismo sobre los conservadores que llevaban 14 años en el poder. Los tories se quedan con 121 diputados después de haber tenido 365, y los laboristas duplican sus resultados hasta 412. Los liberales vuelven a coger fuerza. La última vez que hubo elecciones, en 2019, Boris Johnson barrió, con su promesa de materializar el brexit. Todavía entonces, para una mayoría de los británicos, fulgía el espejismo de un soberanismo que iba a resolver todos los problemas. Muchos de los conflictos creados por el Brexit no se han resuelto, y los conservadores no han podido satisfacer la demanda de los votantes del norte, de las clases empobrecidas.
El laborista Starmer ha recuperado el voto de la clase trabajadora y ha contado con el apoyo de los que están hartos de demagogia y quieren un político serio e incluso aburrido a los mandos. Starmer no ha se ha mostrado partidario de que el Reino Unido vuelva a ingresar en la UE, pero la relación con Bruselas será más fluida. El nuevo primer ministro no lo tiene nada fácil para reducir la desigualdad entre Londres y el resto del país, para mejorar la sanidad pública que está hecha un desastre, para devolver el crecimiento a aquellos sectores más castigados. No hay dinero público para mejorar el sistema del bienestar.
Starmer no es un ideólogo, es un hombre pragmático, y esto es una ventaja. Tiene el encargo de que la política vuelva a ser algo serio y de frenar, en lo posible, los problemas de una sociedad que está digiriendo las consecuencias nefastas del soberanismo.