El verdadero sentido de la Navidad

Aunque no puede pasar desapercibido que, en nuestra sociedad fuertemente secularizada, el verdadero sentido de la Navidad está siendo en muchos casos sustituido por una fiesta vacía de contenido, el nacimiento del hijo de Dios en Belén es central en nuestra fe y es la razón de nuestra alegría navideña. Como afirmaba este domingo el teólogo Olegario González de Cardedal, en una Tercera de ABC, esto es lo que los cristianos debemos vivir con intensidad en estos días, sin entrar en polémicas estériles con quienes ocultan o degradan los signos de nuestra identidad cristiana. Es tiempo de celebrar con alegría, adentrándonos en el sentido verdadero de la fiesta, e invitando a los demás a que compartan nuestro gozo. Es tiempo, como ha dicho el Papa Francisco este domingo, de salir de uno mismo, de tener particularmente presentes a quienes atraviesan dificultades, a aquellos que por uno u otro motivo están lejos de sus casas, de su familia y de su tierra. 

Ojalá que en efecto, de forma especial en estos días, seamos capaces de salir del "yo" y de colocar el centro en el "tú", en el hermano que necesita una mano y al que, en su fragilidad, como a nosotros también le interpela el gran Misterio que vamos a celebrar esta noche: el del nacimiento de un niño en un portal de Belén, donde late el corazón de Dios desde dentro de un corazón humano.