Los representantes del Puerto de Navacerrada ante el cierre de las pistas de esquí: "Es un atentado"

La Federación Madrileña de Deportes de Invierno cree que la decisión del gobierno Central de no renovar la concesión de las pistas de la vertiente segoviana de la Estación de Navacerrada es un “atentado contra el deporte”.

Además, su presidente, Antonio Fernández-Coppel, ha mostrado su preocupación ante la posibilidad de que el cierre de esta estación madrileña “se extienda” y afecte a otras en un futuro.

En declaraciones a los medios tras reunirse con la consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín, y el presidente de la empresa que tiene la concesión de la estación, ha lamentado las consecuencias que tiene para los alrededor de 150.000 jóvenes que en estos diez últimos años han acudido a aprender a esquiar a Navacerrada a través de programas subvencionados por la Comunidad de Madrid.

Jóvenes que, según ha dicho, “son la cuna de nuestro deporte” y que tras el cierre de la estación de esquí de Navacerrada sólo tendrán como opción en la región la de Valdesquí. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico anunció el pasado 3 de marzo que no renovará la concesión de las instalaciones de esquí de las pistas Escaparate, Telégrafo y El Bosque en Navacerrada, ya que esa parte del monte Pinar de Valsaín pasará a dominio público forestal, y tendrán que ser desmontadas antes del 30 de octubre.

El presidente de la estación de esquí de Navacerrada, Gonzalo García San Miguel, ha señalado que se verán obligados a cerrar por completo tras esta decisión ya que sin esas tres pistas se quedan sin el 80 % de los días útiles de esquí del año. Además, ha criticado que el Gobierno nacional no ha tenido en cuenta la opinión de los trabajadores, ni de los deportistas, por lo que ha pedido que reconsidere su postura “que a todos los efectos no es justa”.

En la misma línea, la consejera de Medio Ambiente ha tildado el cierre como una decisión “unilateral, caprichosa e ideológica” por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y ha añadido que no hay "ninguna razón social, medioambiental, económica o deportiva" que lo justifique.