JORNADA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES
Cinco aportaciones de la inmigración a una sociedad moderna
Por qué sí es bueno recibir personas de fuera
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1.- El presupuesto, de entrada, es de cero
Los gobiernos de cualquier país en una sociedad moderna tienen al alcance de su mano una medida de política económica que tendría un presupuesto de cero. Así lo señala un macroinforme presentado en 2016 por la National Academy of Sciences de Estados Unidos. Un informe de unas 500 páginas, dirigido por Francine Blau y Christopher Mackie. Según estos dos expertos demográficos, aumenta directamente el crecimiento de la economía, se reducen los precios para los consumidores y puede llegar a aumentar los salarios de una gran parte de trabajadores de un país. Es una decisión, además, que se puede aplicar inmediatamente, sin tener en mucho en cuenta la situación económica del país o los aspectos fiscales. De ser esto así, la economía crecería y habría muchos más puestos de trabajo.
2. Hay más gente disponible para que crezca el país
Puede parecer una obviedad, pero si un país posee a más gente que está dispuesta a colaborar a favor del colectivo, la economía puede generar y producir más cosas. Si aumenta la población activa de forma considerable, esto implica irremediablemente un aumento sobre el Producto Interior Bruto. Hay más gente dispuesta a trabajar, con lo cual, aumenta la mano de obra. También aumenta el consumo, claro está, ya que el inmigrante se establecerá en una vivienda y tendrá sus gastos como todo hijo de vecino, ya sean por obligación (facturas, seguros, hipoteca) o por ocio (salir por ahí, regalos, ir al bar). Como dato curioso, este estudio también señala que lo inmigrantes son más propensos a crear un negocio o empresa que el propio nativo. Es cierto que el estudio se centra solo en Estados Unidos y no sabemos el efecto real en un país como España. Por poner un ejemplo, el éxito de Silicon Valley se debe a la cantidad de empresas creadas por gente que viene de fuera.
3.- Se acabaría con el problema demográfico
Centrándonos en España, la población que reside en nuestro país ha pasado de estancarse en los años 90, con un envejecimiento preocupante, a crecer sustancialmente en los inicios de la década del 2000. En parte, ha sido gracias al efecto de la llegada de inmigrantes de entre 20 y 40 años. Esto produce también un aumento de la natalidad. Hay más presencia de mujeres inmigrantes que tienen más hijos que los nativos, por regla general. También podría resolver, aunque no siempre es así, la famosa financiación de las pensiones públicas, siempre a debate. Los expertos señalan que la política de inmigración no resuelve el problema a largo plazo de las pensiones, pero sí que ha logrado que ese mismo sistema, aunque débil, no colapse. En España ha paliado los efectos del progresivo envejecimiento poblacional de España y garantizado temporalmente el sostenimiento del sistema de pensiones.
Este aumento demográfico debería ir acompañado de políticas y reformas centradas en el buen mantenimiento de las pensiones.
4.- Aportan al Estado de bienestar mucho más de lo que nos pensamos
Un informe sobre la aportación de los inmigrantes al crecimiento económico y al sistema de Seguridad Social y el uso de los servicios sociales concluye que realizan una "contribución neta positiva" y que "aportan mucho más de lo que reciben". Estamos hablando de nuevo de España. Así lo señala el estudio "Inmigración y Estado de bienestar en España", que subraya que los inmigrantes suponen el 12 por ciento de la población actual y son responsables de un 5,6 por ciento de la utilización de servicios, especialmente de sanidad y educación. Incluso los inmigrantes que están en España en situación irregular contribuyen al sistema al pagar impuestos indirectos, dinamizar el consumo y realizar tareas que permiten a las mujeres autóctonas incorporarse al mercado laboral, subraya el estudio.
5.- La riqueza de la diversidad cultural: conocer al otro
Según la UNESCO, “el fenómeno de la globalización permite a los seres humanos reconocerse cada día más como diversos”. En la llamada aldea global, las diferentes culturas se acercan, y personas de distintas formas de vida “forman parte de un paisaje crecientemente cercano”, cuenta esta organización. Se trata de conocer al diferente, convivir con él, trabajar con él, comer con él, aprender de él. No solo se trata de hacer crecer la economía, que también, pero no somos conscientes de lo que nos puede aportar como personas esa diversidad social. No existe una sola cultura, sino miles de culturas en todo el mundo. Las empresas más exitosas del mundo poseen una profunda diversidad cultural y social, y es una de las bases de sus logros. Si una empresa crece gracias a esa diversidad, también una sociedad lo puede hacer. Eso no significa olvidar la cultura de un país, no se pierden las raíces, al contrario. Se crece mucho más como colectivo, y si a eso le sumamos los aspectos económicos y demográficos, la inmigración puede aportarnos muchísimo.