Grandes rachas de viento y un árbol caído: así estuvo a punto de frustrarse la Constitución de 1812

Tal día como hoy, el 19 de marzo de 1812, se proclamaba la primera Constitución española

Grandes rachas de viento y un árbol caído: así estuvo a punto de frustrarse Constitución de 18212

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Tal día como hoy, el 19 de marzo de 1812, se proclamaba la primera Constitución española, aclamada por el pueblo y por los liberales que expresaban su adhesión a ella al grito de "¡Viva la Pepa!". Su nombre ha llegado hasta nuestros días. Aquella primera Carta Magna marcaba la senda de los derechos y deberes de los españoles. Tal día como hoy, España conseguía abrir paso a una nueva sociedad. Un camino, eso sí, que no fue un camino de rosas. Mucho trabajo, muchos acuerdos y entendimientos tuvieron que sucederse para que la Pepa abriera paso a la sociedad que conocimos hoy en día. Lo que no muchos saben es que este proceso estuvo a punto de ser frustrado. No por la falta de acuerdo entre unos y otros, sino más bien por un mal augurio.

Después de que esta se firmara, se celebró una gran ceremonia de celebración en la Iglesia del Carmen. Durante aquella jornada hubo grandes rachas de viento y lluvia. Tanto, que hasta incluso hubo un pequeño accidente durante la ceremonia y que, además, llegó a despertar el temor de mucho de los asistentes. Al parecer, los vientos huracanados de aquel día tiraron al suelo, de un solo golpe, un gran árbol. Inmediatamente después, pese a que muchos quisieron tomar aquello como humor, otros, no obstante, observaron aquello como un acto del mal augurio y temieron que la nueva Constitución que habían firmado recientemente fuera la culpable o, incluso, pudiera tener los días contados. Afortunadamente, no fue así y pese al miedo de muchos de los implicados, el proyecto salió adelante pese a todo.

Otros detalles que debes conocer de la Pepa

En la Constitución de 1812, el reparto de escaños se hacía de manera proporcional y con respecto al censo. Eso sí, con muchos matices, especialmente por los territorios de ultramar. Pero la generalización era de un diputado por cada 70.000 votos provinciales. Si una provincia tenía más votos, no se contabilizaban y si tenía menos, se le sumaban a la provincia más cercana para que pudiera tener representación.

Como curiosidad: los diputados, salvo excepciones, solo cobraban dietas. Por eso, "La Pepa", en el artículo 92, especificaba: " Se requiere para ser elegido diputado tener una renta anual y proporcionada, procedente de bienes propios". Así, artículo tras artículo, hasta 388, hace 207 años, la primera Constitución Española, "La Pepa", fue dejando sentados los cimientos de los derechos y deberes de todos los españoles. ¡Viva La Pepa!

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