Así funcionan los estudios superiores: allanan el acceso al trabajo y la integración social
La brecha entre los jóvenes con estudios universitarios y los que solo tienen titulaciones básicas es de 19 puntos
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Tener estudios superiores mejora la empleabilidad y la participación social de los jóvenes: funciona como ascensor social. Es la principal conclusión del estudio “Jóvenes, oportunidades y futuros” que acaba de presentar el Observatorio Soncial de la Fundación La Caixa.
La brecha más pronunciada la encontramos entre los jóvenes de 25 a 34 años que tienen titulaciones superiores (universitarias o de FP de grado superior) frente a los que solo tienen la ESO: es del 19% en favor de los primeros, ocho puntos más que hace 20 años, dos por encima de la media europea. Un aliciente más para los universitarios que afrontan estos días los exámenes de recuperación.
Los datos de la brecha
En 2021, los ocupados entre 25 y 34 años con estudios universitarios o de Formación Profesional superior era de algo más del 78%. Con estudios primarios, algo más del 59% y con bachillerato o FP De grado medio cerca del 69%. Y no solo en cuanto al empleo: tener estudios superiores también mejora su sociabilidad. “Se podría pensar que los jóvenes con un bajo nivel educativo pueden tener más dificultades en el mercado laboral pero tienen otras esferas de integración-asegura Pedro Abrentes, coautor del estudio- pero más bien lo que hemos visto es al revés. Nosotros hemos visto que em términos de sociabilidad, de familia, amigos, de participación en actividades deportivas, cívicas, culturales... los niveles son más altos en los que tienen educación superior. Y esto es un riesgo añadido de desigualdad”.
Las debilidades
Hay que tener en cuenta que en el año de referencia, 2021, el 28% de los jóvenes de 25 a 34 años solo tenían educación básica.
A la posible exclusión social de los jóvenes con estudios primarios nada más hay que sumar otra debilidad de nuestro mercado de trabajo. “Una vez que estos jóvenes están en el mercado laboral-explica Ligia Ferro, coautora de la investigación- que tienen más estudios muchas veces no tienen una remuneración compatible con esas calificaciones, principalmente si comparamos con los jóvenes del centro y el norte de Europa”.
Menos temporalidad juvenil
Otro de los aspectos sobre los que ha indagado la investigación es el impacto que la reforma laboral ha tenido en el empleo juvenil.
Liderada por Alejando Godino, esta investigación concluye que la temporalidad ha descendido un 21,2% en el segundo trimestre de 2023 frente al mismo periodo de 2.017, y ya había caído en 2022 un 10,4%.
“Desde la entrada en vigor de la reforma-asegura Godino-se observa una reducción drástica de la brecha que existía entre la temporalidad de los jóvenes en España respecto a la media europea. Si en 2019 más de la mitad de los empleados españoles menores de 30 años trabajaban de forma temporal , frente al 36% de los europeos, ahora la diferencia es de tan solo dos puntos, el 36% en España, el 34% en Europa. La reforma ha servido para reducir el uso estructural de los contratos temporales en actividades y situaciones que no lo requieren”.
Más sociables
El Observatorio Social de la Fundación la Caixa ha ahondado también en cómo sol las relaciones sociales de nuestros jóvenes entre 18 y 34 años, y ha descubierto que los españoles son los que se sienten en mayor medida más próximos a sus padres: casi el 57%, frente a la media europea que está en el 38%.
En cuanto al aislamiento social los datos muestran que son los jóvenes de origen extranjero, con mayor vulnerabilidad económica y en situación de desempleo los más aislados en nuestro país “probablemente porque están en entornos geográficos cerrados”, aventura Joan M. Verd, aunque en general este aislamiento es menor en España.