La atención psicológica para tratar el cáncer, asignatura pendiente en España

La atención psicológica para tratar el cáncer, asignatura pendiente en España

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

3 de cada 10 pacientes de cáncer necesitan un tratamiento psicológico que pocos reciben según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) que cifra en 236.000 los enfermos que en la actualidad necesitan ayuda y en casi medio millón si se tiene en cuenta también a sus familias.

Según recoge el “Informe sobre la atención psicológica a pacientes de cáncer y familiares en España” el 94 por ciento de las Comunidades Autónomas ofrecen una cobertura insuficiente o nula en materia de atención psicológica especializada en cáncer con la única excepción de Cataluña o Navarra que tampoco cubren el conjunto de las necesidades. 

En cuatro Comunidades Autónomas- Islas Canarias, Cantabria, Islas Baleares y Murcia- ni siquiera tienen planes de cáncer y solo el 34 por ciento de la población está cubierta con planes en vigor y actualizados.

La mitad de los pacientes de cáncer sufre malestar psicológico y 3 de cada 10 sufren trastornos psíquicos que deben ser tratados a pesar de que la mitad de los hospitales públicos no tienen atención especializada. En 7 de cada 10 no se atiende a los familiares cuyo malestar puede llegar a superar el del propio paciente.

Una situación que ha vivido Patricia Zamorano que considera fundamental el apoyo desde el momento del diagnóstico, en su caso, el de su padre. En su casa explica además de con las revisiones médicas que todos se hacen por motivos genéticos conviven con el miedo. "Miedo a que una revisión no salga bien, a que tu familiar no tenga fuerzas para luchar, a que no le hayan cogido a tiempo el tumor, miedo a no ser de ayuda y miedo a que te pase a tí también. Yo creo que lo peor del cáncer es el miedo” confiesa Patricia.

Ni ella ni sus familiares tuvieron el acompañamiento psicológico que necesitaban cuando a su padre le diagnosticaron, tampoco Paz Ortega que califica de “brutal” ese momento en el que le dijeron por teléfono que las pruebas habían dado positivo y que tenía cáncer.

Si pidió ayuda fue porque su hijo así lo reclamó. Al final fueron atendidos tanto su marido como sus dos hijos y la experiencia no ha podido ser más positiva “ahora me noto más tranquila, disfruto del momento, del día a día y esas subidas y bajadas que tenía antes y esa angustia tan grande la he logrado más o menos controlar y de hecho hay momentos en los que ni me acuerdo de que tengo cáncer”.

Con ayuda psicológica desde el inicio todo hubiera sido mucho mejor aseguran. También durante los tratamientos e incluso después en la fase de recuperación en la que María Teresa Torres se derrumbó porque le invitaban a continuar con una vida que ya no podía asumir tras combatir duramente contra la enfermedad.

También los familiares necesitan apoyo y no solo si sucede lo peor también antes ya que según refleja el informe en una escala del uno al diez su dolor emocional supera al del propio paciente.

Incluir el dolor emocional en el expediente del paciente y de los familiares es aseguran los expertos esencial no solo para reducir su sufrimiento y la angustia sino para su propia curación y por ello desde la Asociación Española Contra el Cáncer reclama que se generalice una atención que esta organización sin animo de lucro brinda a 30.000 personas cada año, el 13 por ciento de los que la necesitan.

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