Lo haces constantemente y a cada minuto: qué es el 'phubbing' que te afecta en todas tus relaciones
Un experto advierte de las consecuencias que puede traer el uso excesivo del teléfono móvil en nuestras relaciones sociales
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Probablemente, lo hayas hecho alguna vez: mirar el móvil mientras estas con amigos. El ‘smartphone’ ha cambiado la manera que tenemos de relacionarnos, pero también que desviemos más nuestra atención de quien tenemos al lado. Este fenómeno se conoce como ‘phubbing’, que viene de la palabra ‘phone’ (teléfono) y ‘snubbing’ (desprecio). Esta realidad ya está teniendo consecuencias en la manera en la que interactuamos, hemos querido indagar en cómo las nuevas tecnologías han cambiado nuestra manera de sociabilizar y qué efectos esconde.
Como ha explicado, Amable Cima, profesor de psicología de la Universidad CEU San Pablo, el 'phubbing' ya es un fenómeno que ha contagiado nuestras relaciones: “esa conducta en las reuniones lleva mucho tiempo ya funcionando. Lo que pasa que lo han puesto nombre porque se ha extendido del campo profesional a las relaciones sociales”.
Cima alega a que “la hiperestimulación que llevan las pantallas” se constituye como el origen de la adicción a las redes sociales o incluso puede dar lugar a la nomofobia, es decir, “ese miedo a no estar conectado hasta a perderte lo último”.
“Lo que antes era una conversación agradable de amigos alrededor de una mesa, ahora se ha convertido en una especie de salto de obstáculos” ha contado. Esto, que antes era una falta de respeto, se ha convertido en una excusa para responder a las notificaciones.
Los errores de los padres y la “niñera electrónica”
Aunque de primeras solemos pensar que el uso erróneo de las tecnologías es más propio de los jóvenes, el experto ha señalado que en la familia, “el modelo de mal comportamiento” también lo están haciendo los padres. Sin embargo, existe una contradicción: un estudio de la plataforma parental Qustodio, el 47% de los padres encuestados hablan habitualmente con sus hijos sobre los riesgos que conlleva el uso excesivo de la pantalla.
“Los padres pueden advertir a sus hijos del riesgo de las pantallas, pero te lo estás diciendo mientras estás comiendo, viendo la televisión o con la tablet viendo una serie, porque ellos también han desarrollado un hábito de hiperconexión” ha afirmado.
El móvil a veces funciona como “niñera electrónica”. Es decir, aquellos momentos en los que le dejamos el móvil a niño pequeño o al adolescente que “da por saco” para que esté distraído. “De alguna manera ahí hay una tendencia a utilizarlo de una manera incorrecta” ha agregado.
El uso inadecuado ha traído como consecuencia una repercusión directa entre los más jóvenes en “su evolución psicológica”: “El adolescente antes se enfadaba con el adulto, se va y te da un portazo, se quedaban en la habitación y se ponía a llorar o a hacer poesía. Ahora se meten en la habitación y se reconecta con 50 personas que conoce y con 200 que no conoce para contar sus penas y tiene un feedback que previamente no tenía” ha asegurado.
La aparición de las ‘apps’ de citas
Con la llegada de las tecnologías, ha cambiado nuestra manera de relacionarnos también en el ámbito amoroso con apps como Tinder o Bumble. Como cuenta el experto, estas aplicaciones funcionan a modo de “catálogo”, donde el usuario puede elegir la persona con la que quiere establecer un vínculo.
El experto apunta a que “hemos llegado a un punto en el que no es ni siquiera era necesario salir de casa, ni salir de tu cama para tener relaciones sociales”. Esto provoca que el usuario se encuentre en una situación favorable de “anonimato” detrás de la pantalla, algo que “genera un bienestar” pero detrás de ello se puede asociar al miedo de que “la otra persona sepa quién soy” o incluso “problemas de ansiedad asociados al aspecto físico”.
A raíz de esta nueva forma de ligoteo, se dan otros fenómenos relacionados con el denominado ‘ghosting’ o “cuando la gente te deja colgada sin saber por qué”, o incluso personas que dejan de hablar sin razón aparente y vuelven al tiempo. Este tipo de comportamientos crean un “impacto destructivo” en la persona. Escucha la respuesta del experto en el siguiente audio.
La inteligencia artificial, ¿podrían “manipular” nuestras relaciones?
Pero, ¿cuáles pueden ser las consecuencias a largo plazo de una sociedad atrapada por este abuso de la pantalla? Amable Cima distingue dos tipos de personas en el futuro: “las personas que tienen relaciones de interacción social” y “las personas que cada vez se aíslan más”.
Otro problema al que apunta el experto son los peligros detrás de la inteligencia artificial, la cual no sabremos si “estamos hablando con una máquina o con persona” o incluso relaciones sociales virtuales que estén “manipuladas” para “poder modificar la forma de pensar, las orientaciones políticas, ideológicas o personales”.
La clave para hacer un uso responsable del teléfono móvil
El experto recalca la idea de que los seres humanos somos “seres sociales y necesitamos a los demás para funcionar. La tecnología puede ser fantástica, pero en el fondo tiene que estar bajo control, es posible de alguna”.
Aunque el profesor de psicología sea “pesimista” en este sentido, “se pueden hacer cambios”. A partir de ahí, se debe de empezar un proceso que lo equipara a cuando “la desintoxicación del consumo de cocaína”, ya que estimula los mismos centro cerebrales.
“El primer paso consiste en empezar a olvidarse del móvil en algún sitio”, por ejemplo, olvidarse de él en casa, en el coche, a no ser que haya una necesidad laboral o alguna excepción en concreto.
“Al principio genera un montón de ansiedad”, ha apuntado el experto. Pero luego “con pequeños detalles” como dejar el móvil en modo avión o cuando el móvil apagado o en silencio cuando vas al cine o le das un premio a tu hijo, hace que usemos “las tecnologías, el móvil y las pantallas como una ayuda como un complemento no como el elemento fundamental vital”. Escucha la entrevista al completo en el siguiente audio.