La entrañable reacción de los bebés no nacidos cuando sus madres hacen esto
Un estudio británico ha confirmado la percepción que tenían la mayoría de los padres sobre lo que sucede dentro del vientre materno a los bebés
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El embarazo en la mayoría de las ocasiones es un motivo de alegría para los padres de la criatura. Las ecografías con una prueba habitual en la mayoría de las visitas habituales de la madre al médico para revisar que el embarazo transcurre con normalidad. También pueden realizarse este tipo de pruebas con intenciones científicas: para estudiar el comportamiento de los bebés. Así es como se ha descubierto un curioso comportamiento de los bebés en el vientre materno.
La conexión que existe entre la madre y el hijo es especial. Durante nueve meses se establece un vínculo único en el que la madre cuida y alimenta a su hijo siendo una parte más de ella misma. Tanto es así, que lo que le sucede a una madre, también le ocurre a su hijo. Para bien o para mal. Ahora, un estudio ha demostrado precisamente eso: los niños, aunque estén en el vientre materno, no son indiferentes a lo que ocurre fuera.
Reaccionan a la comida
Un estudio de la Universidad de Durham, en Reino Unido, y que estudio se publica en la revista Psychological Science ha llegado a la conclusión de que los aún no nacidos reaccionan cambian sus expresiones faciales cuando sus madres ingieren o huelen algún alimento.
Más de 100 embarazadas han sido objeto de estudio grabándoles imágenes en ecografías 4D. Las mujeres habían tomado cápsulas de zanahoria y de col rizada y se analizaron las respuesta de los fetos. Los bebés mostraron caras de risa cuando se expusieron al sabor de la zanahoria, mientras que los pequeños cuyas madres tomaron col rizada tenían expresiones que los investigadores llamaban "cara de llanto". Esto sucede porque lo que toma la madre se refleja en el sabor y el olor del líquido amniótico en el útero.
Una de las implicaciones de este estudio es que las madres podrían influir en los hábitos alimenticios de sus vástagos al influir en las preferencias gustativas de sus hijos con sus ingestas. El estudio seguirá una vez que hayan nacido para confirmar si esta hipótesis es correcta.