Europa se suma a la tercera dosis de la vacuna para frenar la quinta ola: ¿podría llegar esta medida a España?
Hace tan solo unos días, la farmacéutica Pfizer anunció que era recomendable inocular una tercera dosis de la vacuna al menos seis meses después de la segunda
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Hace tan solo unos días, la farmacéutica Pfizer anunció que era recomendable inocular una tercera dosis de la vacuna al menos seis meses después de administrar la segunda. Según Pfizer, un tercer pinchazo "provoca títulos neutralizantes contra la variante delga, que es más de cinco veces mayor en personas más jóvenes y más de once veces más mayor en personas mayores después de dos dosis".
También Moderna, AstraZeneca y Sinovac están realizando diversos estudios para evaluar la conveniencia de una tercera dosis de refuerzo y los resultados preliminares, tal y como han adelantado, son positivos.
Una serie de resultados que han abierto el debate y ha llegado hasta nuestro país. Hace unos días, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, señaló que aún era necesario reunir "mayor evidencia científica" antes de concretar "cuándo", pero sobre todo, el "a quién" se le administraría una tercera dosis de la vacuna. Si bien es cierto que en nuestro país no se trata más que una posibilidad que está en estudio, han sido ya varios países de nuestro entorno los que han decidido dar el tercer pinchazo.
Los países que están administrando una tercera dosis
Uno de los primeros en hacerlo fue Israel. El pasado jueves, 29 de julio, aprobó administrar la dosis de refuerzo. "A partir de este domingo, los hospitales y los centros de salud permitirán que la población reciba una tercera dosis", aseguró el Ministerio de Sanidad israelí. Es por ello que desde el domingo, Israel está inyectando de manera generalizada una tercera dosis de la vacuna a adultos mayores de 60 años. Según la prensa local, miles de israelíes ya pidieron cita para recibir la inyección de refuerzo de la vacuna de Pfizer.
Una decisión a la que se han unido también Alemania, Francia y Reino Unido, que han tomado la decisión de dar un tercer pinchazo a la población más vulnerable. Tal y como han explicado, comenzará a administrarse a partir de septiembre.
Al parecer, la dosis de refuerzo la recibirán personas mayores, enfermos con algún tipo de enfermedad crónica, ciudadanos inmunodeprimidos y problemas con algún tipo de problema respiratorio.
Siguiendo la senda de Israel, el objetivo de nuestros vecinos europeos no es otro más que el de aumentar la inmunidad de sus ciudadanos no solo frente al virus, sino también frente a las variantes que hay ahora mismo en circulación, especialmente la variante delta.
La "falta de evidencias", el freno del tercer pinchazo
Ya lo dijo hace unos días la Organización Mundial de la Salud (OMS): una tercera dosis podría aumentar las desigualdades, ya que no ayudaría a "equilibrar el reparto global de dosis".
Por otro lado, virólogos y epidemiólogos han pedido un mayor número de estudios y resultados para valorar si, efectivamente, un tercer pinchazo podría contribuir positivamente a una inmunización mayor de los ciudadanos frente a las variantes del virus.
Con todos los indicios sobre la mesa, y siguiendo la estela de nuestros países vecinos, es solo cuestión de tiempo que este debate ocupe todas las portadas, aún a expensas de que el resto de farmacéuticas hagan oficiales los resultados oficiales de sus estudios definitivos sobre un tercer pinchazo para aumentar la inmunidad colectiva frente a la covid-19.