El polémico temario de la oposición a profesor de informática: es anterior a Internet
El sindicato STEs pide un nuevo modelo de oposiciones para que la prueba "memorística" sobre contenidos "obsoletos" no sea eliminatoria
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Un aspirante a plaza pública de profesor de Informática en Secundaria, donde impartirá clase a adolescentes nativos digitales, debe estudiar en las oposiciones un temario de 1996, anterior a la irrupción de Internet. Lo asegura el sindicato STEs, que señala este ejemplo como muestra de los "obsoletos" temarios obligatorios para acceder a la función pública docente.
Según este sindicato docente, muchos de los temarios que estudian los aspirantes a profesor son los mismos que en 1993, cuando se publicó el real decreto sobre el ingreso y la adquisición de especialidades en los cuerpos de funcionarios docentes. Entonces, el fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba ocupaba la cartera de Educación en el Gobierno del socialista Felipe González.
El de Informática, en concreto, se remonta a un poco después, 1996, cuando se aprobaron temarios para procedimientos de ingreso, adquisición de nuevas especialidades y movilidad para determinadas especialidades de los cuerpos de profesores de Secundaria y Formación Profesional, algunos de ellos todavía hoy vigentes.
"La mayoría de los temarios son obsoletos, y el de Informática no tiene en cuenta la revolución tecnológica que ha llegado después", ha expuesto este jueves Isabel González, de STEs. Además, según esta portavoz sindical, estos contenidos son evaluados en la primera prueba de las oposiciones, "memorística y eliminatoria", ya que si no se supera, el aspirante a una plaza pública no puede realizar las demás, entre las que se evalúan las competencias pedagógicas.
El sindicato ha vuelto a reclamar un nuevo modelo de acceso a la función pública docente que acabe con estas pruebas eliminatorias. Una reivindicación compartida por la mayoría de los sindicatos de enseñanza, y que tuvo el apoyo del PSOE, según STEs. "Sin embargo, hemos pedido una reunión de la mesa sectorial, y a pesar de que el PSOE nos apoyó, todavía no nos ha recibido", ha asegurado González.
MÁS DE 27.000 PLAZAS PARA 2020
STEs ha hecho este llamamiento en una rueda de prensa celebrada en Madrid donde ha destacado que en 2020 se ofertarán más de 27.000 plazas docentes en todas las comunidades españolas. La mayoría, para Secundaria, aunque también para el cuerpo de maestros, de Formación Profesional, escuelas de idiomas o enseñanzas artísticas en ciertas comunidades. El sindicato estima que 200.000 personas se presentarán a las convocatorias del próximo año.
Para el secretario confederal de STEs, José Ramón Merino, esta nueva convocatoria, la tercera desde la firma del acuerdo de mejora del empleo público, supone "un importante avance para el profesorado", aunque señala que todavía se está lejos de reducir la interinidad al 8%: "De momento quedan dos convocatorias y ni nos acercamos al objetivo".
El sindicato defiende también un cambio en el sistema de acceso a las plazas públicas para evitar que profesores interinos se queden sin trabajo en el caso de no aprobar las oposiciones. "El 80% de los interinos han aprobado alguna vez las oposiciones, pero en convocatorias en las que no había suficientes plazas, y en cada nueva convocatoria se tienen que seguir examinando", según Isabel González, que considera esta situación como "estar bajo la espada de Damocles".
González ha recordado además las diferencias en el sistema de regulación de listas y bolsa de empleo en las diferentes comunidades autónomas. "En algunas los interinos tienen cierta estabilidad mientras aprueban las oposiciones, pero en otras, tras los procesos selectivos, se 'rebareman' las listas, y en muchos casos supone pérdida de puestos e implica rotación en el empleo", ha explicado.
Por ello, desde STEs reclaman "un acuerdo de mínimos" entre las comunidades autónomas y "pactos de estabilidad" para el profesorado interino, con el que se produce "un abuso de contratación" según el sindicato, que señala índices superiores al 30% de este profesorado en comunidades como Cantabria, Asturias o Baleares.