¿Está preparada la España rural para el coche eléctrico?
Según los datos del informe realizado por ECODES y el Observatorio de Sostenibilidad, España se encuentra a la cola de la Unión Europea en infraestructuras
Madrid - Publicado el - Actualizado
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España no solo la forman las ciudades, también lo forman sus comarcas, provincias y pueblos. En definitiva, lo que es conocido como la España rural. Sin embargo, esto no tenerse en cuenta cuando hablamos de la presencia de los puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Según los datos del informe (llamado 'Puntos de recarga para la movilidad eléctrica en España') realizado de forma conjunta, en mayo de 2022, por ECODES y el Observatorio de Sostenibilidad, muestra que tan solo el 36 por ciento de los puntos de recarga para coches eléctricos se localizan en zonas rurales o dentro de los lugares de influencia de las principales carreteras españolas. Es decir, que de cada 100 puntos de recarga destinados para coches eléctricos, tan solo 36 se encuentran dentro de la España rural. Lo que significa que en una ciudad, hablando en superficie, es posible encontrar un punto de recarga cada 4,11 kilómetros cuadrados en los núcleos urbanos y grandes ciudades, mientras que en las zonas rurales, aparece uno por cada 349 kilómetros cuadrados.
Además, este problema también tiene una cuestión de distribución geográfica. Pues resulta que los tramos de carretera más largos que no tienen cargadores para coches eléctricos se localizan en el interior de la península. En cambio, las zonas del litoral mediterráneo y el Atlántico sur están mejor cubiertas de puntos de recarga para los coches eléctricos.
Francisco Clavijo es vendedor de tractores y maquinaria agrícola en Andalucía, en la Sierra de Jaén. Él mismo explica a COPE que "en el mundo rural es prácticamente imposible recargar un coche eléctrico". "Cuando venga gente de fuera, en Semana Santa o en Navidades, no creo que tengan donde cargar el coche", lamenta.
Más lentos
También hay que sumar a este problema otro inconveniente: la potencia de la que disponen estos cargadores. Según el mismo informe, solo un 0,7 por ciento de los puntos públicos instalados en áreas rurales cuentan con una potencia superior a 150 kilovatios. Este problema hace que sea imposible aprovechar la capacidad de recarga rápida que tienen los coches eléctricos actuales para hacer viajes en un periodo de tiempo razonable. Es decir, sin tener que perder mucho tiempo en esperar a que se recargue el coche eléctrico. "No creo que sea muy complicado instalar puntos de recarga. Pero, en un país en donde para hacer cualquier gestión necesitas 50 mil documentos, no lo tengo claro", explica Francisco.
Distribución por comunidades
Hablando de la distribución de estos puntos de recarga por comunidades autónomas. Galicia, Cantabria, La Rioja y Navarra no tienen dentro de su territorio cargadores rápidos. A estas comunidades también se suman algunas provincias como Castellón, Guadalajara, Guipúzcoa, Huesca, Jaén, Palencia, Segovia, Soria y Teruel. Esto hace que aproximadamente el 28 por ciento de la superficie de España carezca de puntos de alta potencia que sean de titularidad pública.
Basándonos en todo lo anterior y en los datos proporcionados en el informe de ECODES, España está a la cola en la Unión Europea en infraestructuras. En la actualidad, el objetivo de Bruselas es conseguir que las principales rutas por carretera del continente europeo tengan un cargador cada 60 kilómetros. Algo que en España apenas solo se cumple en el 5 por ciento de la red nacional de carreteras, autovías y autopistas.
La paradoja de la España vaciada
No deja de ser irónico que la España vaciada, que produce la mayor parte de la energía renovable a nivel nacional, se quede fuera de la nueva movilidad o movilidad verde y que además de estar prácticamente vacía de población, también lo esté de cargadores para los coches eléctricos. Lo cual no ayuda mucho a que en estos lugares pasen de la gasolina y diesel a una energía más limpia
"A corto plazo no se podrá producir"
Sebastián Roa es agricultor autónomo. Opina que los coches eléctricos en las zonas rurales es algo "poco viable". ¿La razón? Las inversiones de tractores y maquinaria son enormes. Un tractor está diseñado para durar unos 20 o 25 años. "Decirle a una persona que va a pasar a tener maquinaria eléctrica, a no ser que haya una subvención muy grande por parte del Estado, a corto plazo no se podrá producir".
Francisco Clavijo cuenta que un tractor normal, -de diesel-, puede costar un 25 o 30 por ciento más que hace un año y medio. "Un tractor medio para el olivar, de entre 100 y 120 caballos, asciende a los 70 u 80 mil euros. Imagino que los tractores eléctricos de esta misma potencia se irán a los 120 mil euros", explica.
¿Cómo puede afectar a los agricultores el tener que cambiar toda su maquinaria para que sea eléctrica? Pues, según Francisco, podrían desaparecer, como mínimo, "un 30 por ciento de los agricultores, o incluso más". "Si un agricultor que está subsistiendo a base de préstamos, anticipos de cosechas y otros trabajos, tiene que renovar el tractor, va a ser ruinoso. No creo que aguanten muchos de ellos", concluye.