“Quería teletrabajar desde el pueblo, pero no hay internet”

Celia lamenta en COPE que la brecha digital impida su vuelta al pueblo y expertos como Juan Pablo Peñarrubia piden servicios digitales para la España interior

Cubillo de Ojeda (Palencia), uno de los pueblos de la España vaciada

Maribel Sánchez Margallo

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Creíamos que el trabajo on-line había llegado para quedarse, pero la carencias de la España vaciada siguen demostrando que en España hay “ciudadanos de segunda sin acceso a internet”, como explica en COPE Juan Pablo Peñarrubia, vicepresidente del Consejo General de Colegios de Ingenieros Informáticos.

Son los ciudadanos que viven en “zonas de sombra” que coinciden con una baja densidad de población o con una orografía complicada para la instalación de redes de alta velocidad.

Celia es una joven que dejó su pueblo en León hace una década para empezar a trabajar en una compañía farmaceútica. La pandemia del coronavirus les obligó a ellos también a teletrabajar y pensó que “era el momento de reencontrarme con mi pueblo y mi familia”. Celia cuenta en COPE que “lo que más valoro es que en la casa del pueblo estoy mucho más segura ante un posible contagio y me podría librar de la Covid-19, porque tengo una cardiopatía que me hace ser grupo de riesgo”.

De hecho, los médicos rurales explican en COPE que viven en una especie de burbuja que les aísla de la COVID-19 y a la que hay que proteger.

Brecha digital en la España de interior

El ingeniero informático Juan Pablo Peñarrubia asegura en COPE que “en esta era Covid, las deficiencias en infraestructuras y servicios digitales están impidiendo que trabajadores de grandes ciudades se desplacen a zonas rurales y puedan teletrabajar desde allí, ni montar ninguna empresa en la zona” si necesitan estos servicios informáticos. Es algo que, de manera estructural, añadía Peñarrubia, lleva lastrando y acelerando el despoblamiento de las zonas rurales en esa España vaciada, simplemente porque no puedan realizar una videoconferencia o resolver cualquier incidencia de su trabajo por esas deficiencias”.

La prueba la tenemos en que los padres de Celia lo organizaron todo para que volviera a casa y contrataron una línea ADSL que no les ofrece lo que prometían en la compañía telefónica.

Celia describe en COPE que “la conexión va mucho más lenta, sobre todo cuando tengo que estar conectada a una VPN (o Virtual Private Network, «Red Privada Virtual») del trabajo o necesito abrir varias páginas en internet. De hecho, la conexión falla cuando estoy transmitiendo más datos y se desconecta y se queda colgada”.

Lo peor, concluye esta joven teletrabajadora, “es comprobar que estas zonas rurales no tienen la misma conexión a internet que tenemos en una gran ciudad”.

Ciudadanos de segunda

El trabajo on-line ha dejado de ser una hipótesis para consolidarse de cara a los próximos meses. Sin embargo, en España hay 2,8 millones de personas que carecen de una conexión a Internet de calidad que les permita hacerlo lejos de las ciudades.

Son los datos que se desprende del informe "Cobertura de banda ancha en España en el año 2019”, elaborado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transición Digital (MINECO).

El vicepresidente del Consejo General de Colegios de Ingenieros Informáticos explicaba en COPE que la solución para evitar esta brecha digital y la desploblación de la España rural pasa “necesariamente por solucionar las deficiencias en infraestructuras y servicios digitales”. Si no es así, afirmaba con rotundidad Juan Pablo Peñarrubia, “ni los habitantes de esos territorios podrán hacer algo que se va a convertir en habitual como el teletrabajo ni se podrán ubicar empresas y proyectos empresariales en estas zonas rurales”.

Son las tareas que quedan por hacer para dar la vuelta a los últimos datos que publicó la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales y que destacan que el porcentaje de cobertura de las redes de banda ancha mayor o igual a 30 Mbps, que es la velocidad mínima recomendada por la UE, alcanza al 94% de la población española. El problema está, nos dicen los expertos consultados por COPE, en que “ese porcentaje de población vive en las grandes urbes y el territorio que se queda sin cobertura es mucho mayor que el 6% que nos pueden llevar a pensar engañosamente estos datos”.

A esto hay que añadir que el informe confirma que las redes de banda ancha ultra rápida y necesaria para la mayoría de los trabajadores virtuales -de más de 100 Mbps- alcanzaron al 83,6% de la población en 2019. Aunque las razones son diversas, la baja densidad de población y la orografía del terreno son dos de los motivos principales que explican esta situación.

El boom de la España vaciada

El repunte en la demanda de casas en las zonas rurales se puso de manifiesto para pasar las vacaciones este verano y el interés se mantiene a estas alturas del año.

Desde la inmobiliaria Aldeas Abandonadas, notan ese interés constante en el espacio rural ourensano y gallego. Nos cuentan en COPE que las llamadas solicitando casas en la zona han crecido un 35% y que todos lo hacían pensando en comprar a largo plazo.

Por otra parte, Viasat, compañía global de telecomunicaciones, ha realizado un estudio en España para analizar los hábitos de los españoles con relación a internet, así como el impacto que ha tenido la pandemia en su uso cotidiano. Siete de cada 10 encuestado señalaron que prefieren una red de calidad para teletrabajar y un 72% se mostraron convencidos de que las regiones rurales no están preparadas para el teletrabajo.

Además, un abrumador 85% reconoce haber cambiado su idea acerca de trabajar desde casa, una opción que se ha normalizado tras el confinamiento. Creen que esta situación se extenderá en el tiempo y que no se trata de una medida temporal.

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