Una técnica que salvará vidas: El ensayo pionero en el mundo que ha evitado el colapso total de un edificio
Un equipo de la Universidad Politécnica de Valencia ha desarrollado un sistema capaz de impedir que se vengan abajo estructuras que hayan sufrido condiciones extremas
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En los últimos días hemos presenciado como se ha conseguido todo un hito para la construcción y el diseño de edificios, pero sobre todo, un logro que podrá salvar vidas. Por primera vez en el mundo se ha logrado evitar el colapso total de un edificio y no hay que irse muy lejos, porque ha sido aquí en España.
Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia ha llevado a cabo el pasado 23 de junio el primer ensayo del proyecto europeo Endure. Gracias a la tecnología que han desarrollado, han podido evitar el colapso total de un edificio en riesgo extremo de derrumbe. La prueba ha sido todo un éxito y ha demostrado que este sistema será capaz de impedir que se vengan abajo edificios que hayan sufrido condiciones extremas causadas por un terremoto, por ejemplo, una explosión o su propio envejecimiento o una mala conservación.
El propósito principal del proyecto es “emplear elementos habituales de la construcción de forma que insertándolos de una manera apropiada en las estructuras de los edificios nos permitan sectorizarlos en varias partes”, según apunta Manuel Buitrago, investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón (Icitech) de la Universidad Politécnica de Valencia y coordinador del ensayo. Explica que cuando un colapso es pequeño o solo en una parte de un edificio, normalmente la estructura es robusta y suele aguantar, pero hay otros escenarios donde el fallo inicial es muy grande, lo que provoca que todo el edificio al final se venga al suelo. “En estos casos en los que el derrumbe de todo el edificio es inevitable, entonces es cuando con esta tecnología que estamos desarrollando queremos sectorizar el edificio para que el colapso solo se limite a una pequeña parte”, señala Buitrago.
La solución a la que han llegado se puede asemejar a una serie de compartimentos estancos, por ejemplo, o a cómo se protegen las redes eléctricas frente a una sobrecarga, en las que hay distintas partes conectadas por fusibles que evitan que el daño pase al siguiente sector. “Cuando hay una subida de tensión, para no estropear los electrodomésticos que tenemos por casa, los fusibles se rompen y protegen al resto de elementos. Nosotros también trabajamos con fusibles, pero en este caso estructurales, de forma que cuando un colapso arranca por una parte del edificio estos fusibles se rompen y paran ese colapso y lo limitan a una pequeña parte del edificio”, afirma el coordinador del ensayo del proyecto Endure.
Una tecnología que podría haber evitado grandes catástrofes
Los investigadores de la UPV aseguran que el sistema que han probado, de haber existido antes, podría haber evitado grandes derrumbes bastante conocidos, como el ocurrido hace un par de años en unas torres de viviendas en Miami, o más recientemente y en nuestro país, el que se produjo en Teruel hace poco más de un mes. Incluso podría haber paliado en cierta medida catástrofes tan graves como la del atentado del 11S en Nueva York. “En el caso de las Torres Gemelas, que eran edificios muy verticales, quizás con compartimentalizar de forma horizontal, que es lo que nosotros estamos haciendo, sería un poco complicado”, comenta Manuel Buitrago. “Pero en los casos de Miami o Teruel, sí que podríamos haber limitado mucho el colapso a una pequeña parte. Esto es lo que demostramos en el ensayo que hemos hecho”.
A pesar de que este primer ensayo ha obtenido unos resultados inmejorables, el equipo reconoce que todavía quedan bastantes pruebas por hacer para mejorar el sistema y, sobre todo, ver cómo se comporta en otro tipo de estructuras. En primer lugar, han comenzado a probar en edificios prefabricados de hormigón, como el del ensayo del pasado 23 de junio. La razón, según Buitrago, es porque se trata de una tipología estructural bastante utilizada en España. El siguiente paso del proyecto será testear estructuras metélicas.
“Por esas líneas es por donde va a seguir el proyecto, estudiando otro tipo de edificios y haciendo ensayos a escala real tal y como acabamos de hacer. En un par de años haremos también otros dos edificios, metálico y de hormigón in situ, para probar esta tecnología también en ellos”, vaticina el coordinador. Endure es un proyecto europeo financiado para cinco años, por lo que aún tiene mucho trabajo por delante.
Entre otras cosas, ahora mismo el equipo está centrado en estudiar qué edificios son los que se pueden beneficiar más de la tecnología que han desarrollado. Por ejemplo, ya han descartado que su técnica se pueda implantar en edificios muy altos, pues tienen unas estructuras muy distintas a las que están trabajando. “Nuestra técnica va muy centrada a edificios que tengan mucha tensión en horizontal”, precisa Buitrago. El investigador ha adelantado que en el momento en el que su sistema se implante en los edificios de nueva construcción seguramente se empezará por “aquellos edificios que mayores consecuencias puedan tener”, como colegios, hospitales o centros comerciales. En cualquier caso, edificios que tengan una alta ocupación y que un colapso podría producir una gran desgracia, pero gracias a esta tecnología esto puede llegar a ser cosa del pasado.