Una casa, una marioneta gigante y mucho color: así será la actuación de Miki en Eurovisión
El representante español apuesta por una escenografía trufada de elementos y muy colorida
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La venda ya ha caído en Tel Aviv. Miki ha ensayado este viernes por primera vez sobre el escenario su actuación para la final de Eurovisión 2019, que se celebrará este próximo sábado 18 de mayo. A diferencia de la escenografía sencilla y plana de Amaia y Alfred en la pasada edición, la propuesta de TVE para esta ocasión es excelsa en elementos, incluyendo una casa abierta, una marioneta de tres metros de altura, mucho color y simbolismo.
Miki arrancará la canción subido a una estructura en forma de casa, protagonista absoluta de la puesta en escena del catalán. El 'triunfito' ocupará una de las seis 'habitaciones' en las que se divide ese edificio mientras los otros cinco bailarines se situarán en el resto. Miki recorrerá cada una de ellas 'despertando' a sus habitantes como una acción para evadirlos de la rutina diaria. Juntos, saldrán de la estructura y en el estribillo bailarán a la vez alzando en brazo derecho en una coreografía sencilla. Justo después, una marioneta gigante hará acto de aparición y realizará el gesto simbólico de mover la estructura mientras Miki y el resto de bailarines empujan en sentido contrario en un breve 'duelo' de fuerzas.
Victoriosos tras dicho combate, Miki y el resto de bailarines saldrán de nuevo de la casa y repetirán la sencilla coreografía del estribillo. En el puente del "lo que ere", Miki sacará además una cámara y comenzará a grabar al público, una imagen que se verá reflejada en el fondo del escenario. Al final de la canción, tanto él como el resto de bailarines caminarán por el satélite animando al público a unirse a la fiesta. Y es que pese a las obligaciones y a la sesión de opresión, "La venda" te invita a vivir y bailar.
Pero, de repente, cuando vemos esa sociedad que nos oprime, que está representada en esa marioneta, es cuando, solo con un pequeño movimiento podemos cambiarlo todo”, cuenta Miki sobre la propuesta española.
Como vestuario para su primer ensayo, el representante español ha llevado zapatillas deportivas blancas, pantalón y camiseta azul marino de rayas finas. Un vestuario elegante, cómodo y juvenil que le permite moverse con soltura en el escenario junto a sus cinco bailarines y coristas, también con deportivas blancas y vestidos de verde oscuro, gris y azul claro (los chicos) y verde chillón y morado (las chicas).
La arriesgada puesta en escena tiene la firma del griego Fokas Evagelinos, un director artístico que ha trabajado ya para varios países en anteriores ediciones del festival. Pese a los aplausos en la sala de prensa tras el final del ensayo, las opciones españoles han caído en las casas de apuestas. Miki ha pasado en apenas minutos del puesto 13 al 15 tras su primera gran prueba de fuego en Tel Aviv.