Matías Prats: su retransmisión más difícil, sus inicios junto a Carlos Herrera y su admiración por la Roberts
La televisión ha copado su vida profesional pese a que su padre, el histótico Matías Prats Cañete, intentó evitarlo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A sus 71 años, a Matías Prats no se le acaban las pilas y sigue y sigue. Cada fin de semana le podemos ver presentando junto a Mónica Carrillo los informativos de Antena 3 y ya son 13 los años juntos contando a los telespectadores las noticias. Y, de momento, Matías no piensa parar, aún no le ha llegado el tiempo de ese dorado retiro en el que se va a dedicar "a pescar, a pescar desde la orilla".
A este histórico de la televisión en España -no hay nadie que no conozca a Matías Prats y su particular forma de dar la información-, le quedan muchas noticias por contar.
Lo que se hubiera perdido la televisión, tanto informativa como deportiva, si hubiera seguido estudiando Derecho que era lo que quería para su hijo el histórico, Matías Prats Cañete, su padre.
Sin que Matías Prats, padre, lo supiera, Matías Prats, hijo, se presentó a una prueba para entrar en Televisión Española y lo consiguió y eso que Matías Prats Cañete intentó por todos los medios que no le cogieran. Llamó a TVE para que no fuera uno de lo admitidos, pero no le hicieron caso.
Eso ocurría allá por 1973. Desde entonces ha narrado Festivales de Eurovisión y de la OTI, 8 Juegos Olímpicos, 6 campeonatos mundiales de fútbol, las victorias de Severiano Ballesteros en el Master de Augusta o en la Ryder Cup, las de Arancha Sánchez Vicario como aquel inolvidable Roland Garros, y la medalla de Blanca Fernández Ochoa en Albertville.
En 'La Linterna' confesaba que la retransmisión deportiva más difícil que le ha tocado vivir fue la final de hockey sobre hielo en los juegos de Calgary en 1988, "me resbalé una cuantas veces", añadía con su particular humor.
En 1990 se puso al frente de 'Estudio Estadio', espacio que ya presentaba desde 1981 y seguiría haciéndolo hasta 1993. Más tarde estuvo al frente de 'Fútbol de Primera' y 'Sólo goles'. En 1985 se incorpora a la segunda edición del Telediario de TVE junto a Amalia Sánchez Sampedro y Carlos Herrera. Será en 1991 cuando pasará a ser el presentador de la primera edición del Telediario.
Permaneció en ese puesto hasta que en 1998 le fichó Antena 3 para presentar la primera edición de noticias. Primero tuvo como compañera a Susanna Griso hasta enero de 2001, y desde ese mes y hasta julio de 2003, a Olga Viza. En julio de 2003, pasó a conducir a la segunda edición y, desde septiembre de 2014, presenta Noticias Fin de Semana con Monica Carrillo.
"Cuando compartes experiencias extraordinarias se forja una complicidad y un cariño extraordinarios. Nos gustaba mucho trabajar juntos y el cenit fue aquel verano del 92, los Juegos de Barcelona. Aquello nos hizo amigos para siempre" dice de él, Olga Viza que se pregunta, "¿qué diantre de pócima le dieron de niño para que todo lo que hace Matías resulte impecable".
Una saga de comunicadores
La vida de Matías Prats ha estado unida a un micrófono y a una cámara de televisión, aunque su andadura en el mundo del periodismo comenzó en la radio, en ya desaparecida La Voz de Madrid, donde hizo sus pinitos antes de arriesgar con aquella prueba para Televisión Española.
A Matías se le puede aplicar aquello que "de casta le viene al galgo", y es tal la condición, que su progenitor, Matías Prats Cañete, la voz del NO-DO, una de las voces históricas de la radio española y maestro de periodistas hasta el final de sus días en 2004, no pudo evitarlo.
De don Matías, dice, le queda la voz que "es una herencia genética" y "un intangible, una forma de ver la vida, de disponerme ante ella" y con el tiempo se va pareciendo más físicamente que hasta "puedo llegar a llevar las gafas negras, dame un par de años". Con lo que no se vé es con bigote.
Sin duda ha sido su maestro de profesión que siempre le dijo: "No te rindas. No cedas aunque el frío queme, aunque el miedo muerda", un consejo del que "después me enteré que era de Benedetti".
Matías no es el último periodista de la familia. Le siguen dos Matías más, su sobrino Matías Prats López y su hijo, Matías Prats Chacón al que le quiere dejar "el mismo legado de su abuelo y algo material".
Doña Emilia y Marta, las mujeres de su vida
De su madre, doña Emilia, Matías destaca que "mandaba mucho en casa, sobre todo cuando no estaba mi padre", su fuerza y "sus migas con melón" y nunca podra olvidar el olor al café de puchero de cuando era niño.
Marta es junto a MatíasJr, los hijos que tuvo con Maite García Chacón, su mujer durante 28 años y de la que se separó en 2012. Marta es psicopedagoga. En septiembre del año pasado contraía matrimonio con Alberto Salas en una ceremonia muy romántica. La joven llegaba al altar del brazo de su padre.
"Comunicador con alma de periodista"
Casi cinco décadas delante de las cámaras, Matías destaca de su vida profesional "la libertad, la independencia y la falta de rutina, no hay un día igual a otro" en el periodismo, afirma.
Se define como "comunicador con alma de periodista", aunque de pequeño quería ser tenista y cumplió uno de sus grandes sueños cuando pudo jugar en Wimbledon un partido junto al gran campeón Andrés Gimeno -ganador de Roland Garros en 1972 y su compañero de retransmisiones durante muchos años-.
Hay muchos acontecimientos históricos que le han dejado huella profesional y personalmente, pero sin duda, no puede olvidar el 11S cuando tuvo que contar a toda España lo que estaba ocurriendo aquella mañana de septiembre de 2001 en Nueva York con el ya desaparecido Ricardo Ortega.
Tortilla de patatas sin cebolla, Julia Roberts y sus chistes
Es muy conocida la forma que tiene Matías Prats de dar paso a algunas noticias, lo que ya se conoce como "los chistes de Matías" que han dado lugar a noticias en muchos medios de comunicación.
Forma parte de su forma de ser, como meterse con su compañera, Mónica Carrillo, antes de comenzar las noticias.
No olvida el día que tuvo que dejar tirado el coche para subirse a la moto de un repartidor de pizza porque llegaba tarde a un encuentro con los reyes.
Matías es de los españoles que se sitúan en el bando de los que prefieren la tortilla de patata sin cebolla; es de salir de cañas, pero por el día porque ya le gusta la vida tranquila de noche, y no le hubiera disgustado tener como novia a Julia Roberts.