8ª SAN ISIDRO

Un domingo de sangre y orejas para ‘isidros’ en Las Ventas

El festejo de la festividad de San Isidro dejó una grave cornada a Ginés Marín y los trofeos obtenidos por Curro Díaz y Álvaro Lorenzo.

Momento de la cornada sufrida por Ginés Marín este domingo en Las Ventas

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Festividad de San Isidro y la plaza de Las Ventas que recuperó la tradición madrileña de ir a los toros el día de su Santo Patrón. Los ‘isidros’ acudieron en masa y ese ambiente festivo, roto por la sangre derramada de Ginés Marín, prevaleció en la concesión de dos orejas en tono menor en los dos últimos toros del festejo. Para los ‘isidros’ las orejas, que se fueron contentos de la plaza y mañana podrán presumir de que asistieron a un festejo triunfal.

La corrida de El Parralejo, muy desigual en hechuras y tipos, dejó tres toros de notable juego en la muleta. El encastado primero junto a los mansitos pero nobles quinto y sexto elevaron la nota media del envío del hierro creado por el recordado Pepe Moya.

El primero fue el toro de la corrida. Precioso de hechuras, bajo, reunido y serio de cabeza. Rasgó el capote cuando se lo presentó Curro Díaz antes de empujar con fijeza y riñones en el caballo. Después, el de El Parralejo fue un toro importante en el último tercio. El torero de Linares se limitó a torearlo por las afueras, ligando siempre en la oreja y tendiendo al carrusel de pases en una sucesión en la que faltó mayor compromiso. Es verdad que Curro lo adereza todo con su característico empaque. Pero nada se redondeó.

Tras un cuarto a la defensiva que no rompió hacia adelante, Curro Díaz tuvo que lidiar al feo sexto por el percance de Ginés Marín. Tras mansear en los primeros tercios, el del hierro onubense rompió a embestir con notable ritmo y nobleza en el de muleta. Le dio distancia Curro para aprovechar las inercias de la embestida a partir del segundo muletazo. El toro se reducía al llegar al embroque y hacía el avión. Todo muy ligero. Tres y el de pecho. Faltaba rotundidad. Tras un final con mucho gusto y un espadazo en la misma yema, los tendidos quisieron premiarle con un benévolo trofeo.

El mismo premio había obtenido Álvaro Lorenzo con un quinto que calcó el juego de su hermano de camada que hizo sexto. Sin definirse en el capote y varas, cuando llegó a la muleta del toledano todo cambió. El toro se ordenó en su embestida y colocó la cara perfectamente cuando tomaba el engaño. Faena con altibajos que tuvo como cénit dos tandas a derechas de muy buen trazo, limpias y profundas. Unas bernadinas finales y una estocada con mucha muerte le pusieron en bandeja la oreja que paseó. La segunda que obtiene en esta Feria de San Isidro después de la obtenida el pasado domingo en la tarde en la que cayó herido.

Antes, en su primero, Lorenzo topó con un sobrero manso de libro de José Vázquez que salía huyendo de los caballos como si viese en ellos al mismísimo demonio. Después, en el último tercio sacó una nobleza pajuna que hizo que lo realizado por el diestro no calase en los tendidos.

La cruz la vivió Ginés Marín, al que el tendido 7 le sacó a saludar tras el paseíllo como reconocimiento a su triunfo el pasado Día de la Hispanidad en este coso. El de El Parralejo se movió de forma muy informal desde que salió por chiqueros. Cuando llegó a la muleta del torero extremeño y éste lo pasaba por el pitón derecho, no falló en cuando vio presa. Certero el derrote al muslo derecho. Brotó la sangre por la talaguilla, pero Ginés no quiso ser conducido a la enfermería. Brava la actitud del torero manteniéndose en el ruedo hasta finiquitar de una estocada casi entera a su oponente. De las manos del doctor García Padrós pasó directamente a la clínica La Fraternidad. Dos paseíllos más le aguardan a Ginés Marín en este San Isidro, que ahora quedan en suspenso hasta conocer la evolución de la cornada.

Madrid, domingo 15 de mayo de 2022. 8ª de Feria. Más de tres cuartos (18.489 espectadores según la empresa).

Cinco toros de El Parralejo, de muy desiguales hechuras y remates. Destacó el encastado y noble primero y los mansitos pero muy nobles lidiados en quinto y sexto lugar. Deslucidos tercero y cuarto. Un sobrero de José Vázquez (2º bis), de correcta presentación, manso y manejable aunque muy soso.

Curro Díaz, saludos, silencio y oreja tras aviso.

Álvaro Lorenzo, que sustituía a Emilio de Justo, silencio tras aviso y oreja tras aviso.

Ginés Marín, herido en su primero.

Parte médico de Ginés Marín: “Cornada en tercio medio del muslo derecho con orificio de entrada por cara anterior y de salida en cara lateral, y dos trayectorias: una de 25 cms que alcanza anillo inguinal y contusiona arteria femoral, y otra transversal de 20 cms que lesiona el recto anterior. Pronóstico grave".

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