Nek Romero, tremendo sin puerta grande, quiere y puede ser gente en el toro

La primera gran alegría de la Feria de Julio fue la entrada que registró la novillada. Media plaza, unas cuatro mil personas o más, para ver a tres aspirantes. Un espectáculo despreciado institucionalmente, marginado por la gran mayoría de medios de comunicación, prohibido sistemáticamente en la vergonzosa televisión pública valenciana… Imaginen un partido de juveniles con esa gente.

Jorge Martínez selló un sensacional paso por San Isidro. Cuajdo y hecho. Está a un mes de tomar la alternativa en Almería con Juan Ortega y Roca Rey. Noble y franco fue el novillo que abrió plaza. Poco enemigo para novillero tan hecho y cuajado. Pletórica fue una serie en redondo, y un circular perfecto, antes de coger la espada.

El cuarto se lo pensó desde que salió. Aplomado, tardo. Brindó Jorge Martínez a Toni Gázquez, director del Centro de Asuntos Taurinos de la Diputación de Valencia. Ojalá la nueva corporación, con Vicente Mompó como nuevo presidente, mantenga y siga el camino marcado por Toni Gaspar, anterior presidente, y por Gázquez. Bien le irá al toreo en Valencia. El utrero, como en general sus hermanos, manseó y nunca rompió hacia adelante. Una decepción la novillada de La Cercada.

El segundo era un torete. Muy buen hecho, 451 kilos de buenas hechuras. Sensacional de quietud y limpieza fue el quite por gaoneras de Nek Romero. Pinturero y torero fue el prólogo de Mario Navas. Y soberbia una serie en redondo por lenta, densa y maciza. Sin embargo luego la faena deambuló lánguida. El novillo se apagó mucho justo cuando se encendieron los focos de la plaza. Mató de excelente estocada.

El castaño quinto, bociblanco, se movió sin clase y feo estilo. Con el buen estilo que tiene Mario Navas. El juego de los utreros de La Cercada dinamitó cualquier atisbo de lucimiento de los novilleros. Una verdadera lástima.

El tercero evidenció tener una visión defectuosa. En un derrote le destrozó la taleguilla tras un inicio genuflexo, torero y oportuno. Nek firmó unos naturales de notable trazo y encaje. Y por naturales acabó antes de un gran pase de pecho. La ejecución de la estocada, la colocación no tanto, debió valer la oreja que el presidente no valoró ni concedió.

Con seguridad lanceó Nek a la verónica al sexto. Luego galleó por chicuelinas al paso para dejar al utrero ante el caballo de picar. El vestido nuevo de Nek destellaba ante los focos en el platillo de la plaza. La novillada apagó las ilusión luminosa de los tres actuantes. La diana floreada de El Soro encendió la tarde e hizo florecer de optimismo el último cartucho. Nek se puso de rodillas en el tercio a torear en redondo. El fuego prendió hasta las nayas.

Hubo una serie con la izquierda por abajo soberbia de ajuste y ligazón. Y otra más con el pase de pecho resuelto muy como el maestro Enrique Ponce. Y luego un doblón muy de El Califa con la mano izquierda de Jose. Y todo con firmeza y quietud de plantas. Nek piensa y resuelve. La cabeza despejada y el corazón navega en calma chicha.

Valencia, jueves 20 de julio de 2023. 1ª de Feria. Media plaza.

Cinco novillos de

, bien presentados y de juego decepcionante y desigual. Deslucido el segundo, informal el tercero, descastado el cuarto, noble el quinto, bueno el sexto. Un remiendo de

(1º), noble y apagado.

Jorge Martínez, silencio tras aviso y silencio tras aviso.

Mario Navas, ovación y vuelta al ruedo.

Nek Romero, vuelta al ruedo tras aviso y oreja tras aviso.