La corza que lleva más dos meses de 'okupa' en el cementerio de Valladolid

Un corzo hembra lleva desde el pasado mes de agosto campando a sus anchas por el cementero de Valladolid, donde se come las flores que depositan los familiares de los fallecidos en las tumbas, como reclaman los vecinos. Además, con la proximidad del Día de Todos los Santos, el animal tiene más que de sobra para alimentarse, por lo que nadie ha conseguido ahuyentarle hasta el momento.

Una situación que los mismos vecinos han puesto en conocimiento tanto del Ayuntamiento vallisoletano como del Seprona, pero nada ha podido hacerse al respecto para que la corza deje de 'okupar' el camposanto. La primera vez que fue visto entre las tumbas fue el pasado mes de agosto, deambulando por El Cementerio del Carmen. Se desconoce por donde pudo acceder el animal hasta el cementerio, pero se sospecha que podría haber sido por la puerta más próxima al límite municipal, en el término con la localidad de Renedo.

Ha sido la cuenta de Instagram de jaraysedal.es la que ha denunciado la intrusión en un vídeo en el que puede verse a la corza campando a sus anchas.

Ver esta publicación en Instagram GRABAN A UNA CORZA PASEÁNDOSE POR EL CEMENTERIO DONDE DESCANSA DELIBES. Una corza se ha internado en el cementerio de El Carmen, de Valladolid, donde reside el gran cazador que escribía: Miguel Delibes. · #jaraysedal #revistajaraysedal #cazadoresjys #jyshunters #roedeer #roebuck #corzo #hunting #caza #deerhunting #hunter #bowhunting #wildboar #chasse #jagd #oxata #rifle #ammo #huntinggame #huntingtrophy #hunt #redstag #monteria #jakt #wildboar #wildmeat Una publicación compartida de Jara y Sedal (@jaraysedal.es) el 24 Sep, 2019 a las 9:27 PDT

Y es que en el Cementerio del Carmen descansan los restos tanto del médico e investigador Pio del Rio Hortega, el que fuera alcalde Miguel Iscar o el novelista Miguel Delibes, fallecido en marzo de 2010. Aunque se desconoce la procedencia concreta del animal, se presupone que podría haber llegado desde la localidad de Renedo o Cabezón de Pisuegra, donde en los últimos meses ha proliferado la presencia de corzos.