El secreto menos conocido con el que conseguirás que las croquetas no se rompan al freírlas

Así, conseguirás que el rebozado se dore y quede finalmente seco y crujiente

Croquetas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El secreto para obtener unas croquetas inconfundibles es el aceite. Hay que usar muchísima cantidad, para que se impregne bien el “oro español”. Además, deberías emplear un aceite de buna calidad, como el aceite de oliva virgen o el aceite alto oleico.

Es muy importante que el aceite esté caliente cuando pongamos las croquetas en la sartén o freidora que utilicemos. Si cumplimos esta máxima, el interior de las croquetas quedará sellado y en él no entrará aceite. Así, conseguirás que el rebozado se dore y quede finalmente seco y crujiente. Pero, insistimos, para que todo salga bien es imprescindible que no nos importe usar mucho aceite. Otra clave es la sartén que nos obliga a controlar que las croquetas se hagan igual por todos lados y que no se rompan.

Asimismo, debes saber que las croquetas que cuentan con un tamaño medio no deben estar más de uno o dos minutos friéndose. Y cuidado, porque si las haces a mano, ten precaución en cuanto a abusar el rebozado se refiere. Con huevo y pan rallado, corremos el riesgo de que las croquetas se abran al contactar con el aceite caliente. Si las pasamos primero por harina, antes de empanarlas, reducimos el riesgo. Pero hay que ser muy cuidadosos: solo hay que aplicar el rebozado una sola vez.

Croquetas

La bechamel es un componente también muy destacado en cualquier croqueta que se precie. El secreto está en las vueltas que le demos a la salsa. Tenemos que conseguir una masa cremosa y consistente, sin grumos y sabrosa. Según de que tipo sean las croquetas, la bechamel deberá ser más o menos espesa o más o menos clara. Tú vas jugando con ello.

Todo tiene que estar caliente: aunque haya que ir poco a poco, lo fundamental es que nada se enfríe. Además, no hay que cocer demasiado la masa y debemos calcular bien la harina. Si dejamos enfriar la bechamel en la nevera, esta se solidificará y ya podremos formar las croquetas.

El truco para que no se te abran las croquetas

Lo primero que debes saber es por qué se rompen las croquetas. Un motivo puede ser que el aceite no esté lo suficientemente caliente. Este es el principal fallo. Con esto, ya tendremos la mitad del objetivo conseguido. Caliente bien el aceite y tus croquetas no se te abrirán.

Tienes que tener en cuenta que al meter la croqueta en aceite con una temperatura elevada, el rebozado comienza a sufrir un proceso de deshidratación que hace que queden crujientes.

Croquetas

Es necesario, por tanto, cuidar también el rebozado (la cantidad que empleas para elaborarlo, el tipo de pan…). Esto será muy importante para que luego la croqueta quede finalmente con un rebozado uniforme y crujiente.

Otro aspecto muy a tener en cuenta es que debes dejar este magnífico producto ‘made in Spain’ a temperatura ambiente para evitar un cambio de temperatura muy brusco en el alimento. Al poner las croquetas a freír, no hay que introducir muchas a la vez… si no, provocarás que la temperatura del aceite baje y se estropee el rebozado de todas tus magníficas creaciones.

Así que ya sabes. Sea como sean tus croquetas, congeladas o hechas por ti, deberías tener especial cuidado con el rebozado y con el tipo de aceite que selecciones. Si sigues los trucos que te hemos proporcionado, no echarás a perder tu creación.

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