El truco para la sartén con el que no te saltará el aceite cuando hagas cualquier fritura
Este versátil ingrediente puede ayudarnos a solucionar algún que otro hándicap en la cocina.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La sal es uno de los condimentos imprescindibles en la cocina. Ahora y siempre. No solo potencia el sabor de los alimentos también ayuda a su conservación de forma natural, de ahí su uso en salazones, encurtidos y embutidos. Además contribuye a enmascarar sabores no muy agradables o a deshidratar alimentos.
Pero su uso puede va mucho más allá del gastronómico. Tiene además aplicaciones industriales como la elaboración de plásticos, jabones, perfumes, medicinas, textiles o detergentes.
Y si rizamos el rizo también podemos recurrir a este condimento para solucionar algún que otro hándicap en la cocina que de lo que vamos a hablar hoy.
El hándicap de las frituras
Si hay algo que nos echa para atrás a la hora de cocinar, es tener que recoger. Y si hay algo que ensucia y cuesta limpiar después, son las frituras.
Es verdad que en los últimos tiempos cada vez recurrimos menos a freír nuestros alimentos, en detrimento del horno, las freidoras de aire o la plancha, que siempre usan menos aceite.
Sin embargo hay alimentos como el huevo frito, las croquetas o los rebozados que no saben igual si no los freímos con aceite abundante en una sartén.
Por eso si tenemos que recurrir a la fritura y no queremos manchar de más nuestra encimera, toma nota de este consejo. Aquí es donde entra en juego la sal. Basta con echar una simple cucharada de este condimento para evitar esas salpicaduras de aceite tan desagradables y difíciles de eliminar.
¿Cómo?
Coge una cucharada de sal gruesa y viértala en la sartén. Distribúyela por su fondo y a continuación puedes echar el aceite. Solo tienes que esperar a que caliente lo suficiente para proceder a freír tus alimentos, eso sí, con la seguridad de que no tendrás que limpiar tanto tras el cocinado.
¿Y cómo obra la sal este 'milagro'? Lo que hace es que consigue absorber el exceso de humedad que hay en los alimentos o la que queda en nuestra sartén o recipiente.
No hay que olvidar que agua y aceite son enemigos en la cocina. Cuando entran en contacto se forman burbujas de aire que terminan explotando.
Otros trucos
Si no tenemos sal gorda a mano, existen otros trucos que nos ayudarán a evitar salpicaduras. Podemos recurrir a una patata sin piel. Basta con colocarla en el aceite y retirarla con una espumadera justo alcance la temperatura adecuada.
Otra opción consiste en añadir harina al aceite antes de freír, o si ya estás cocinando y te salta, también en ese momento.
Enharinar los alimentos justo antes de volcarlos a la sartén con una fina capa de harina, puede ser otra alternativa.
El huevo frito que no se pega
Uno de los alimentos que hay que freír sí o sí es el huevo y uno de los principales problemas que plantea a la hora de freírlo es la forma de sacarlo sin que se quede pegado a la espumadera
El cocinero Ander González ha dejado claro que la mejor forma de sacar un huevo frito del aceite es usando una espumadera diferente a la que hemos utilizado para cocinarlo.
El problema es que la espumadera que hemos usado se calienta y el huevo frito, que también lleva muchos grados encima, se acaba pegando.
Eso sí antes de ponerte manos a la obra con cualquier fritura ten en cuenta que debes de usar abundante aceite y a una temperatura de entre 180º y 200º centígrados.