Él niega haberle agredido

Detienen al tenista Francisco Cerúndolo en París por abofetear a un taxista tras una noche de juerga

El conductor no dejó que subieran cinco personas en su vehículo y Cerúndolo, que habría bebido, habría acabado propinándole una bofetada. El tenista ha negado haberle golpeado.

French Open tennis tournament at Roland Garros

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El argentino Francisco Cerúndolo fue acusado de haber agredido a un taxista, de 61 años, al que habría propinado una bofetada, mientras se encontraba en estado de embriaguez. La agresión acabó con la detención del jugador cuando ya estaba en el hotel, según informa France Bleu.

El incidente se habría producido a las 01:45 horas de la madrugada del jueves en los muelles de Grenelle, en el distrito 15 de París. El argentino, que iba borracho, habría abofeteado al taxista después de que este no le dejara subir a su coche aludiendo falta de espacio al ser cinco las personas que pretendían acomodarse en el mismo.

"Se notaba que habían estado bebiendo", declaró ante la policía de París el conductor que aseguró que el tenista se había ofrecido a pagar más dinero por la carrera antes de "ponerse agresivo" si les dejaba subir a todos en el taxi. Cerúndolo, semifinalista en el pasado Másters 1.000 de Miami, había sido eliminado en su debut en Roland Garros por el británico Daniel Evans.

El jugador ha explicado su versión de lo sucedido en un comunicado colgado en sus redes sociales y ha negado cualquier agresión: "Hola a todos, quería contarles que todo lo que está mencionando en las redes es falso. Yo estaba con familiares a la noche pidiendo un taxi, y le pedí si nos hacía un favor y nos subía a 5 personas. El taxista me dijo que si, que lo esperara dos minutos que iba a hacer algo y volvía.

Cuando volvió y vio que hablábamos otro idioma como que se asustó y nos dijo que al final cinco no. Le preguntamos por qué, se puso nervioso y nos empezó a gritar, a tratarnos mal y dijo que iba a llamar a la policía.

Nosotros no le dimos importancia, nos fuimos al hotel para pedir otro taxi y al minuto apareció la policía y me interrogó a mi y a uno de mis familiares en el hall del hotel porque el taxista dijo que supuestamente lo habíamos agredido.

Nos llevaron a la comisaría y tras unas horas, porque era fiesta y no había nadie, después de corroborar a través de las cámaras de seguridad los hechos, se dieron cuenta que de nada había pasado. Nos pidieron perdón porque no se podían creer que por esto nos hubieran detenido.

Yo estoy perfecto, solo fue un mal momento. Gracias a todos por preguntar cómo estoy y preocuparse".

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