Conoce un santuario situado en la cima de la Sierra de Aras
El Santuario de la María Santísima de Araceli se encuentra a seis kilómetros de Lucena y desde él verás tierras de cinco provincias andaluzas
Córdoba - Publicado el
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Auténticas maravillas son las que se pueden ver cuando el visitante llega al Santuario de la Virgen de Araceli, y no solo en cuanto a sus maravillosas vistas desde el exterior, también el gran e importante patromonio heredado de generación en generación. Después de una subida a través de una carretera de 6 kilómetros, llegamos a este bello lugar de Andalucía.
Para llegar al Santuario Virgen de Araceli, se debe acceder por esta carretera que fue construida gracias a los donativos de los propios lucentinos. Fue a finales de 1864 cuando quedó finalizada, después de 10 años de intenso trabajo por aquella época. Desde su mirador se puede contemplar tierras de cinco provincias andaluzas: Córdoba, Jaén, Granada, Málaga y Sevilla.
Al llegar al templo lo hacemos a través de una escalinata donde se aprecia una fachada sencilla de medio punto y cierres de forja. En su atrio situado a la izquierda se obserba una espadaña angular de sillería y mampuesto del año 1726. Para entrar al templo el visitante lo hace por una magnífica portada de jaspes polícromos rojos, blancos y negros realizada por Martín de Rojas en 1765.
Este santuario ya existía en siglos anteriores, pero debemos retroceder hasta el año 1600 que fue cuando se demolió. La actual construcción tiene planta basilical de tres naves con cuatro intercolumnios y crucero inscrito. Las cubiertas están formadas por bóvedas de cañón, y con decoración central en azul y dorado, con ángelotes barrocos entre motivos florales.
En su interior encontramos el retablo mayor de madera tallada, dorada y policromada, y que es sostenido sobre un asiento de mármol rojo con cuatro columnas salomónicas decoradas con pámpanos y racimos. Estos sostienen el arco de medio punto de la embocadura que permite acoger el camarín de Nuestra Señora de Araceli.
Junto al retablo de Santa Bárbara se encuentra una capilla sacro penitencial, que se convierte en un lugar de recogimiento con un antiguo retablo de la Virgel del Sol. Dentro también se encuentran tres imágenes como son el Crucificado Cristo del Perdón, una Inmaculada Concepción y una talla de San Juan Nepomuceno, patrón de los confesores.
Para llegar a la antesacristía hay que hacerlo a través de una puerta de madera de nogal y naranjo de estilo mudéjar, y allí se admiran dos lienzos. Uno con la representación de una Caída de Jesús y el otro de la Virgen del Rosario.
A la izquierda una puerta con decoración filomorfos y zoomorfos que permite acceder a la sacristía. Al fondo accedemos a la gran sala de recepción de peregrinos donde se proyectan audiovisuales y da acceso al exterior a través de unas escaleras.
Cuando visitamos nuevos lugares, siempre nos gusta tener un recuerdo, por eso podemos hacernos con uno en la tienda de recuerdos aracelitanos. A través de ella llegamos a la entrada lateral del Real Santuario que es el lugar por donde se accede al templo a diario y donde existe un retablo cerámico conmemorativo del Año Jubilar Aracelitano. Allí se encuentran unas escaleras que nos acerca a una sala de exposiciones.
Y A LA HORA DE COMER
Si nos entra hambre el Santuario cuenta con unas terrazas con merenderos donde podemos saciar el apetito y disfrutar del paisaje, mientras nos acompaña una gran escultura del Sagrado Corazón de Jesús instalada en 2011.
Hay mucho que ver en este entorno y sobre todo dentro del Santuario Virgen de Araceli, por lo que no puedes dejar de visitar.