Se cumplen 60 años del accidente de la Cruz del Rastro que costó la vida a once personas
Un autobús que llevaba aficionados al estadio de El Arcángel para ver un Córdoba-Levante se precipitó al Guadalquivir
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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El 26 de abril de 1964 el Córdoba se jugaba evitar la promoción en la última jornada ante el Levante. El partido se iba a disputar a las cinco y media de la tarde. A esa hora ya estaba el estadio casi lleno. Apenas faltaba un autobús del servicio especial que la empresa municipal de transportes prestaba para los días de fútbol.
El trayecto no era muy largo, desde Las Tendillas hasta El Arenal. En la parada de la Cruz del Rastro se bajó una mujer y subieron tres personas. Trece ocupantes en total. El conductor, de nombre Wenceslao García y uno de los mejores de la compañía según la noticia de ABC al respecto, reanudó su marcha con la idea de tomar la cerrada curva que bordea la Cruz, pero su vehículo no le respondió —luego se supo que la culpa la tuvo un fallo en la dirección— y enfiló el pretil del paseo del Guadalquivir a gran velocidad, derribando cinco metros del mismo y cayendo al río.
El cobrador, que salió despedido por una ventana, y un pasajero, que logró salir nadando del autobús, salvaron la vida, el resto —once personas— murieron. El Arquitecto Víctor Escribano Ucelay, como Jefe del Servicio de Bomberos en ese momento, dirigió las maniobras que finalmente llevaron a la recuperación -en embarcaciones- de los cadáveres. La noticia llegó a Radio Córdoba y, naturalmente, a El Arcángel, donde se informó al público por megafonía y se abrieron las puertas.
En medio de un ambiente de tremendo pesar, el Córdoba —entrenado ese año por el canario Rosendo Hernández— vence 4-0 al Levante (Miralles, Vázquez y dos de Juanín) y salva la categoría. Al día siguiente, todos los comercios de la ciudad cierran y cerca de diez mil personas —entre ellas los Reyes Juan Carlos y Doña Sofía— asistieron a los funerales por los once fallecidos.