Miguel de Cervantes y Saavedra nació en Córdoba

Miguel de Cervantes y Saavedra nació en Córdoba. Eso afirmó el pasado miércoles en una conferencia en el Ateneo de Sevilla el investigador José de Contreras y Saro. Esta investigación ha impactado, como no podía ser de otro modo, en la ciudad. Contreras ha explicado en COPE que todo parte de una solicitud de la Asociación de Cervantistas de Sevilla. El estudioso miró todo lo que se tiene sobre Cervantes y en un pleito judicial de 1593 descubierto en febrero de 1914 por Adolfo Rodríguez Jurado gritó Eureka.

En ese legajo jurisprudencial, un proceso en el que Tomás Gutiérrez demanda ser hermano de la Sacramental de la Catedral y se vale de una serie de pruebas testificales y documentales. El 4 de junio de 1593 se llama a testificar a un señor que se identifica como “Miguel de Cervantes y Saavedra, nacido en la ciudad de Córdoba, vecino de la villa de Madrid, estante en la de Sevilla, que tiene de edad 46 años, que es criado del Rey, que su padre y abuelo son familiares del Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba y además en el proceso se identifica como que entiende y ha escrito muchas comedias y autos, un hecho que no tiene que menguar sino engrandecer el prestigio de su amigo Tomás Gutiérrez”.

De todos los documentos que se tienen de la vida de Miguel de Cervantes éste es el único en el que se especifica su edad, naturaleza, vecindad, oficio y su vínculo como escritor. Por todo esto se puede afirmar que el escritor fue natural de Córdoba.

Explica Contreras que “no existió un único Miguel de Cervantes como se creía hasta ahora. Ha aparecido uno bautizado en Alcázar de San Juan, ha aparecido éste nacido en Córdoba... Era frecuente en aquella época llamar a los nietos como a los abuelos. Hemos localizado tres porque era frecuente la homonimia. En este caso sólo uno se identifica como natural de la ciudad de Córdoba y escritor”.

El documento que hace de Piedra Rosetta de este asunto no tuvo la repercusión que se esperaba, porque de repente hubo una nube que oscureció todo ese tema y luego quedó desaparecido por más de cien años. Ya en 1986, el escritor Luis Montoto donó su archivo a la Universidad de Sevilla, siendo catalogado el mismo durante unos 33 años.

El siguiente paso que pretende el descubridor de esta increíble noticia es que Córdoba le permita exponer su tesis mediante la repetición de esta conferencia, mostrar la documentación y hacer la presentación del artículo subsiguiente.