La odisea de cuatro cordobesistas atrapados de vuelta de Sanlúcar

María, Antonio, Javi y Manu tenían previsto disfrutar de un día perfecto en la hermosa Sanlúcar de Barrameda. Un almuerzo entre amigos como aperitivo de un partido del equipo por el que sus viajes tienen sentido: el Córdoba. Sabían que la lluvia podía trastocar sus planes, por lo que decidieron salir con margen para no tener problemas en carretera.

Y todo fue bien hasta media tarde. De hecho, cuando desde Córdoba se les informó de que el Atlético Sanluqueño había solicitado el aplazamiento del encuentro, ellos no se lo podían creer porque Eolo todavía parecía en calma. Pero no. A eso de las seis menos cuarto de la tarde -cuando ellos ya estaban dentro del campo de El Palmar-el Córdoba C.F. confirmó que el encuentro quedaba pospuesto por el peligro de su disputa en plena alerta naranja por lluvia y fuertes vientos.

Resignados, tomaron su vehículo para regresar cuanto antes a Córdoba y que, al menos, el viaje no les pasara factura el lunes. Tampoco. “Hemos ido a veinte por hora en autovía, a ratos parados, sorteando obstáculos, con tormenta de tierra, parados en la nacional sin ver…”, contaba María Duque.

Ahora están en Écija. Refugiados en una hamburguesería mientras soplan y especulando si quedarse a dormir o tirar de paciencia porque estiman que a medianoche se habrá calmado esta especie de ciclogénesis explosiva. Una experiencia más, cuentan en el audio. Todo por su pasión -y paciencia- infinita.