CERRO MURIANO

El sargento que debía tensar la línea de vida no acudió el día de las maniobras por enfermedad

La línea de vida estaba constituida por tres cuerdas dinámicas unidas entre sí con dos dobles tejedores, no era de acero, sino de material de escalada;y no llevaba arnés de anclaje

El sargento que debía tensar la línea de vida no acudió el día de las maniobras por enfermedad

Laura García

Córdoba - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El sargento que recibió la orden de acudir a revisar la 'línea de vida' del embalse de Cerro Muriano el 21 de diciembre, día en que se realizaron las fatídicas maniobras acuáticas que acabaron con dos fallecidos, no acudió a realizar ese trabajo por enfermedad y nadie acreditado suplió ese trabajo. Según han indicado a COPE fuentes cercanas a la investigación, "el día anterior se había constatado que la cuerda estaba destensada" y se le dio aviso de que tenía que acudir al día siguiente. Él mismo alertó de que no podía cumplir la petición y acudieron militares sin conocimiento en la materia.

La 'línea de vida', que estaba atada a dos troncos de árbol de extremo a extremo del embalse, no cumplía con una característica formal básica: debe ser de acero y con arnés de anclaje. Se trataba de una cuerda de escalada constituida por tres sogas dinámicas unidas entre sí con dos dobles tejedores (mosquetones). Además, dicho sargento no estaba acreditado ni tenía la formación necesaria para instalar esa línea de vida, únicamente contaba con un curso para instalación de líneas de guía.

Del mismo modo, según ha informado la defensa del cabo sevillano y ha podido confirmar COPE, el capitán dio la orden de cortar la cuerda por uno de los extremos cuando constató que los militares se estaban ahogando con la intención de tirar por ese extremo, tensarla y arrastrar a los militares a la superficie. Uno de los militares consiguió salvar la vida instantes antes tras subirse encima de la cuerda, hundida en el agua.

Según ha podido saber esta cadena, momentos previos a realización del ejercicio, tres soldados realizaron una prueba inicial a órdenes del capitán que consistía en sumergirse en el embalse y que, a medio camino, constataron que era "imposible" cruzar el lago, que tenía una longitud de 109 metros, porque se les hundían las mochilas. Además, destacan que era la primera vez que se cruzaba el embalse por la zona profunda del mismo, con hasta tres metros de fondo, y que generalmente este ejercicio se realiza por la parte lateral cercana a la orilla. En esta prueba inicial, uno de los soldados perdió el fusil y recibió una reprimenda del capitán por ello. A pesar de este episodio, el ejercició se reanudó y entró al agua todo el pelotón: quince soldados, un teniente, un sargento, el cabo fallecido y parte del segundo pelotón. En total, más de 20 personas en el agua.

Por otro lado, tal y como avanzó esta emisora, el embalse en el que se llevaron a cabo dichas maniobras fue construido para comprobar la estanqueidad de los carros de combate y no cuenta con las condiciones necesarias para la realización de este tipo de ensayos, puesto que el fondo es de fango.

El capitán no supo de la desaparición del soldado hasta que realizó el recuento del pelotón

Alrededor de las 10:00 horas del 21 de diciembre, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial recibió el aviso de la desaparición del cabo cordobés en el interior del embalse durante el ejercicio de vadeo. La Guardia Civil se personó en el cruce del lago artificial, ubicado en el paraje conocido como “Casa Mata”, dentro de las instalaciones de Cerro Muriano, alrededor de las 11:30 horas. Sin embargo, el capitán no conoce la desaparición del soldado del Viso del Alcor hasta minutos más tarde, cuando procede a realizar el recuento del pelotón que conformaba la Primera Sección de la Segunda Compañía del Regimiento de Infantería La Reina 2, perteneciente a la 'Brigada Guzmán el Bueno X', con base en Cerro Muriano. El recuento se realizó en una zona en la que se había instalado un cañón de calor que debía utilizarse al término del ejercicio y que había previsto el capitán como medida de seguridad.

Las acusaciones de ambas familias abogan por que la investigación se quede en la jurisdicción civil

El Juzgado de Instrucción Número 4 de Córdoba, a cargo del magistrado José Luis Rodríguez Lainz, ha dictado un auto de inhibición en favor del Juzgado Togado Militar de Sevilla. Según el auto, al que ha tenido acceso COPE, el juez se ampara en varias razones, como la consideración de "la cualidad de militares de las personas implicadas en los hechos, bien como víctimas, bien como posibles presuntos autores y que los hechos ocurren en unas instalaciones militares. No encontramos por ello, a la vista del estado de la investigación, razón alguna que permita mantener la competencia de este Juzgado para continuación del conocimiento de la causa".

Tanto la acusación particular que representa a las familias del cabo cordobés de Adamuz, Miguel Ángel Jiménez; como la del soldado sevillano Carlos León, alegarán esta decisión al considerar que existe homicidio con dolo eventual. Es decir, que el capitán de la compañía, al que se le retiró el mando de inmediato, conocía el riesgo de la actividad que ordenó ejecutar. Ambas acusaciones apuestan por la jurisdicción civil como la adecuada para llevar a cabo la investigación hasta el final.


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