Soto Ivars: "No puedo perdonarle a Sánchez que haya resucitado al imbécil de Puigdemont"
El escritor charló en "La Inaudita" con lectores sobre libertad de expresión: "Más peligroso que ser gilipollas es ser literal"
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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Juan Soto Ivars bebió vino en La Inaudita con Mario Cuenca Sandoval. Se dice que “in vino, veritas”, pero atendiendo a la trayectoria de Soto no necesita alcohol para decir su verdad en cada libro y en cada intervención ("¿Y cómo sabes que no estaba borracho cada vez que he escrio un libro? Decía Hemingway que hay que escribir borracho y corregir sobrio. Hay que repartirse y el hígado no da para tanto"). Nos atiende antes de los jumilla e incluso las cuervas de su tierra.
Hace no mucho Arturo Pérez Reverte recomendó con rotundidad sus artículos en twitter. ¿Cómo se siente en ese traje?
Me queda un poco grande y me tengo que acostumbrar. Pérez Reverte es tan duro que sus elogios llegan como puñaladas. Mi CM de twitter me avisó de que estaban subiendo mis seguidores y me enseñó el tuit y me quedé muerto. Pérez Reverte suelta piropos y es como si te atropellara un autobús.
Dijo usted que vivimos sin paredes por culpa de las redes sociales. Algo así le ha debido pasar a Óscar Puente, ¿no?
Es que Óscar Puente es más tuitero que Ministro. Su función no es hacer que los trenes lleguen a su hora, sino que las polémicas lleguen a su hora. Él calcula como un ferroviario y cuando al gobierno le interesa que se hable de otra cosa está él para conseguirlo.
¿Cree usted que España se está volviendo gilipollas, así en general y de izquierdas a derechas, o no es sino otra víctima de un mundo cada vez más estúpido?
Gilipollas hemos sido siempre y se comprueba leyendo periódicos de hace cien años. Hemos tenido épocas más aburridas. Los sabios dicen aquello de "no viváis en una época divertida". No creo que haya subido el nivel de gilipollez, pero ahora no hay filtro y es más fácil verlo. Y con las redes sociales es más difícil vernos nosotros mismos como gilipollas.
Tal vez sea que la estemos volviendo gilipollas los medios… Me pareció heroica su reflexión en Espejo Público sobre cómo se estaba abordando el tema del incendio de Murcia
Heroica no. Fue un desahogo. Cuando estoy viendo por la tele que se pasan en un tema, y mira que el equipo de Espejo Público es cojonudo, si te pilla en tu casa gritas (pero sigues viéndolo). Pero si te pilla en la mesa y en directo y te preguntan no es heroico decir que lo piensas. De hecho, no sentó mal que lo dijera y yo me incluí en el "estamos haciendo basura", porque yo estaba sentado ahí y cobrando.
Tener que explicar una ironía parece el principio del fin de la retórica, ¿no? Lo digo por su “Nadie se va a reír”.
Sobre todo expicarla delante de un juez. Explicar una ironía es habitual, pero tiene que tener esa ironía el que escucha. Yo intento tenerla con la política, porque sabes que están diciendo una cosa y la contraria al mismo tiempo. En "Nadie se va a reír" vemos a una sociedad, un sistema judicial y una víctima que miran de manera literal un acto irónico. Y al autor de ese acto irónico condenado sin que nadie se atreva a ayudarlo. Más peligroso que ser gilipollas es ser literal.
¿Cómo lleva un adalid de la libertad de expresión todo lo que está rodeando al tema de Pedro Sánchez?
Que lo intenten. Los amagos de movimientos de represión tratan de dividir a la prensa guerracivilísticamente y exarcebar la división con su crítica a los "bulos" de derechas. Lo que veo es un amago de represión y un intento de amedrentar. Eso suele conseguir el Efecto Streisand, es decir... el contrario al que se desea. Queda la duda de si lo que quieren es reprimir o enfrentarnos. Si quieren enfrentarnos es muy fácil. Las espirales del silencio juegan con el miedo a que nuestros amigos se enfanden con nosotros.
¿Cuándo cree usted que dejamos de ser personas para convertirnos en fachas o socialcomunistas?
Antes de eso ya hemos sido muchas cosas. En España ha habido momentos mucho peores en el pasado hasta llegar a coger pistolas. Hace no mucho ser considerado facha en un pueblo del País Vasco podía acabar con tu reputación y hasta con tu vida. Por suerte ya no hay violencia física, pero hay un ambiente de enfrentamiento que no se disuelve. Con la violencia y ese desahogo macabro la gente se satura. En Occidente vivimos ahora en una guerra que no deja muertos. En los setenta en una manifestación buena había muertos. Ahora como sabes que no hay violencia física... eso provoca que la tensión nunca se relaje. Por eso no hay cansancio suficiente. Estamos hastiados nada más.
Hace poco dejó escrito que dado que pretendía dejar Barcelona estaba pensando votar a Puigdemont
Es que creo que lo voy a hacer. Llevo doce años en Cataluña peleándome con la idea del independentismo y sin alinearme con el nacionalismo español. Soy un cateto de Águilas. Puigdemont , tras huir en el maletero, había hecho tanto el ridículo mientras sus compañeros estaban en la cárcel que había quedado desactivado por cobarde. La amnistía le ha reactivado. No perdono a Sánchez que haya reactivado a este imbécil con la amnistía. Como venganza contra el PSOE creo que voy a votar a Puigdemont para que saque mayoría absoluta y que todo se vaya a tomar por saco. Como un voto no vale de mucho y me voy ya de Cataluña....Como el refrán, para lo que me queda en el convento... pues eso.
Uno busca cosas suyas por internet y aparece como “polémico” que dijera que un chaval propietario de un piso no debería pagar a un okupa por abandonar su vivienda… Probablemente hace unos años cualquier persona viera sensato ese razonamiento
Ya no toleramos la violencia física. Esta semana hemos vivido dos episodios en ese sentido. Uno de un chaval de treinta años que se ha comprado un piso y se le han metido en él aprovechando la reforma. Yo dije que en lugar de dárselo a los okupas se lo gastara en los brutos de desokupa, que tampoco me gustan. Eso fue polémico porque los desokupa no son estéticos. El otro episodio fue el de un bruto que en un cine le estaba pegando a su mujer e hijo y que fue un boxeador a decir que parara y se acabó llevando una tunda. A mí me parece muy bien que le pegara al abusador. ¿Cuántas veces estamos en el metro y vemos una escena de abuso y agachamos la cabeza? A mí me gustaría tener esa valentía y cascarle a un bestia a hostia limpia. Claro que sí. Mi admiración por ese tipo.
Estamos en Córdoba. Góngora escribió: “El mayor fiscal de mis obras soy yo”. No sé si sería una buena fórmula para mantenerse cuerdo en estos días.
La primera y la ultima. Es la autocrítica. Yo intento ser el más implacabale con las cosas que escribo. Y aún así... mira las cosas que salen. La policía funciona fatal en todas partes.