Las amenazas que se ciernen sobre los tomates y el arroz de Sevilla

Dos de los principales productos agrarios de Sevilla, el tomate y el algodón, estan en serios aprietos por diferentes motivos : en el caso del tomate la falta de agua hará que se pierda el 90% y en el caso del arroz es la feroz competencia de paises asiaticos que ahora 'pueden vender en Europa.

La provincia de Sevilla es la mayor productora de tomates y pimientos de industria de España, y podría perder en la próxima campaña 6.200 de sus 6.400 hectáreas de estos cultivos, al no haber garantía de que haya agua de riego suficiente. El responsable nacional de transformados de COAG, Diego Bellido, ha explicado en cope que el tomate supone más de 130 millones euros para la provincia, y más de 8 millones euros en jornales que se pueden perder y señala que los productores se van a buscar tierras de siembra en otros lugares y tambien se van los trabajadores

Dada la penosa situacion de los embalses de regulación, los agricultores sevillanos no van a poder sembrar pero tienen que cumplir con contratos firmados con las grandes industrias alimentarias que les compran el tomate y estan buscando otros lugares, e incluso los trabajadores están viendo venir la situación y se estan trasladaqndo a otros lugares para conseguir sus jornales.

En el caso del arroz la falta de agua tambien es ruinosa para los productores sevillanos , pero ahora además una sentencia del Tribunal General de la Union Europea los va a poner en mayores dificultades.

La sentencia permitirá de nuevo importar arroz de países extracomunitarios y retira los aranceles a las importaciones de grandes paises productores como Camboya y Birmania, donde la mano de obra es sumamente barata.

Estos paises producen arroz en grandes cantidades y con precios muy bajos con los que los productores de nuestra provincia no pueden competir .

Además el fallo del alto tribunal europeo llega tras las dos últimas campañas que han estado marcadas por grandes pérdidas económicas motivadas la sequia y los recortes del regadio, que ha provocado un descenso de la superficie cultivada que en 2022 fue de casi un 70%.

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