CORONAVIRUS

Sevilla, ¿comienza la cuenta atrás para la suspensión de su Semana Santa?

En zonas como Ceuta, Alicante, Mallorca o Castilla y León, entre otras, ya han anunciado la suspensión de sus procesiones en Semana Santa

Arzobispado, Consejo y Ayuntamiento entran en la cuenta atrás para anunciar la suspensión de la Semana Santa

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Son días en los que los cofrades deberíamos de estar pendientes del tiempo, entrando una y otra vez en todas las páginas sobre meteorología habidas y por haber. Son días en los que los hermanos nazarenos deberían sacar la papeleta de sitio, de adquirir los últimos complementos del hábito. Son días en los que las casas de hermandad deberían tener un ajetreo de grupos jóvenes y equipos de priostía. Son días en los que los nervios debían de comenzar a acomodarse en la boca del estómago de la Sevilla costalera. Son días en los que la fresca brisa de las noches de este primaveral invierno sevillano, nos tendría que traer lejanos sones de cornetas perfumados de azahar. Son días que deberían ser de palcos en San Francisco, de rampa en el Salvador, de sillas apiladas por La Campana, de torrijas con miel en el paladar de la Híspalis rancia, de incienso saliendo a bocanadas por las puertas de los templos en cultos. Pero lo que estamos viviendo estos días no tiene nada que ver con lo que debía de ser.

Esta Cuaresma no es otra más. Este año nos otro cualquiera. Este es el año del ‘COVID-19’, un virus, con nombre de mascota y número, que apareció en la todopoderosa China de Xi Jinping en diciembre del pasado 2019. Entonces, los sevillanos lo veíamos por las noticias y tan lejano, como la ficción de “Contagio”, esa película dirigida por Steven Soderbergh y coprotagonizada por Matt Damon y Kate Winslet, que en esto días algunos pretenden poner de moda. Sin comentarios.

Lo cierto y verdad es que el ‘COVID-19’, coronavirus ya para todos, puede conseguir lo que no pudo la amenaza vociferante de la exaltación atea que intentó adueñarse la ciudad en la Semana Santa de 1932, fecha desventurada en la que el ambiente envenenado no era nada propicio para las procesiones y sólo la trianera Virgen de la Estrella, entonces curiosamente en San Jacinto como este año, puso sus zancos en los adoquines hispalenses y su palio bajo el cielo de Sevilla. Eso le valió el sobrenombre de “la Valiente”. Ahora, y con las actuales circunstancias, lo valiente y, sobre todo, responsable, parece que debe ser todo lo contrario, quedarse en casa y que ni una sola cofradía pasee por las calles de la ciudad, aunque el corazón se nos haga trizas de sólo pensarlo.

Y es que las hermandades, ya de por sí con una gran peso dentro de la estructura de la capital andaluza tienen, en esta crisis sanitaria sin precedentes, un papel fundamental. En sus manos está aportar un enorme montón de granos de arena en la montaña de la lucha para evitar la propagación de un virus tan ‘real’ como la ‘corona’ que lleva en su nombre, aunque muchos se lo tomen aún a broma y sigan sin hacer caso alguno a las recomendaciones de evitar los aglomeraciones en espacios públicos, de quedarse en casa, de no hacer desplazamientos si no son estrictamente necesarios, etc. Esperemos que, por culpas de estos irresponsables, no tengamos que pelar nuestras barbas como ya han comenzado a hacer nuestros vecinos italianos.

De momento, poco a poco comienzan a conocerse las primeras localidades, provincias y comunidades españoles que han dicho que este año no habrá pasos en las calles, para así evitar que continúe creciendo el número de contagiados por coronavirus, toda vez que, según todas las fuentes, el pico más alto de la pandemia no se ha alcanzado aún en nuestro país. De hecho, tan sólo en las últimas 24 horas, el número de infectados se ha duplicado, superando con creces las 4.000 personas.

Así, ya se han pronunciado en este sentido Ceuta; las 28 hermandades de Alicante por unanimidad; las Juntas de Cofradías de las nueve provincias de la comunidad de Castilla y León, esto es, Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora; el Bisbat de Mallorca; o el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de La Línea de la Concepción en pleno, primera localidad andaluza que toma esta medida de no sacar las cofradías a la calle.

Unos anuncios, los de suprimir las procesiones, que, aunque dolorosos, son de una enorme responsabilidad y madurez por parte de estos organismos cofrades y de las diferentes hermandades que los integran, y los cuales se han basado tanto en las recomendaciones de las autoridades sanitarias y políticas, como de las eclesiásticas.

No en vano, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española emitía esta misma tarde un comunicado, tras conocerse que el Gobierno central va a declarar mañana sábado el estado de alarma nacional, en el que indica que “las procesiones de este tiempo han de suprimirse”. Aunque no cita textualmente las cofradías, en la mente de todos están éstas, dado la gran cantidad de personas que se reúnen en torno a las mismas, todo lo contrario que necesita el coronavirus para vencerse, aislamiento y separación social.

También el propio presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Francisco Vélez de Luna ha asegurado, en declaraciones a Canal Sur Radio, que “estoy convencido de que no habrá y no debería haber Semana Santa”.

Se presentar, por tanto, diás duros para los cofrades sevillanos y de una penitencia completamente distinta a la que estamos acostumbrados, pero Jesús y su bendita Madre seguirán estando donde siempre, esperando nuestras oraciones, ahora más necesarias que nunca.

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