Así funcionan las empresas de turismo activo en Asturias
Juan Feliz, propietario de un negocio de multiaventura, asegura que no hay intrusismo en el sector
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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El turismo activo, el que combina naturaleza y deporte, es una de las opciones más demandadas en Asturias. Rutas a caballo, pesca, senderismo o descensos en canoa se han convertido en uno de los grandes recursos turístico del Principado. Las empresas de turismo activo, con algunas actividades consideradas de riesgo, están sometidas a unas estrictas normas de seguridad.
Las personas ponen en marcha una empresa en este sector tienen que cumplir una serie de requisitos. Además, para empezar a trabaja hay que darse de alta en Turismo y, una vez que tienen el visto bueno, que se han pasado todos los filtros, se obtiene un número de empresa de turismo activo.
De la mano de Juan Feliz, propietario de una de estas empresas en el Principado, conocemos los requisitos, normativas y la forma de operar en su negocio. El intrusismo, nos cuenta Feliz, en este sector no existen en Asturias.
“Lo que tenemos todas las empresas, y lo que hace falta para trabajar, es una declaración responsable, estar registrado en Turismo, pasar la inspección correspondiente y tener los seguros necesarios. Algo muy importante es que los equipos y materiales estén homologados” asegura.
Descensos en canoa por el Sella
Cualquier persona conocedora de la técnica del descenso en canoa sabe que es una actividad emocionante que exige una vigilancia y seguridad cuidadosamente estudiada. Y los monitores que nos acompañaran, si elegimos un descenso guiado, han de estar cualificados y preparados.
A la hora de contratar monitores, un aspecto nada fácil en el sector, hay que tener en cuenta la formación y la actividad que van a llevar a cabo. “Aquí hay que afinar mucho, cada actividad requiere una titulación diferente. Hay una especifica de monitor de piragüismo o monitor de aguas bravas”, aclara Feliz, recodando que la formación en primeros auxilios es obligatoria para todos.
En el Sella existe la modalidad de alquiler de material, generalmente para grupos reducidos, en la que los participantes hacen el recorrido por su cuenta. Y la ruta guiada, la más habitual para grupos numerosos, en la que se va acompañado de uno o varios monitores “hay una ratio que dependen del nivel del río y el tipo de grupo, son esos porcentajes los que marcan el número de guías”, nos cuenta el empresario.