Los particulares 'juegos olímpicos' de un pueblo de Asturias únicos en el mundo
Oviedo - Publicado el
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París no es la única ciudad que estos días tiene sus cronómetros activados en busca de marcas deportivas. La competición que ha organizado el municipio asturiano de Caso también pretende registrar un nuevo récord mundial. Los participantes no corren por una pista de atletismo. Ellos tienen el privilegio de coger velocidad en Bezanes, un pueblo con poco más de un centenar de habitantes enclavado en el corazón del Parque Natural de Redes y que forma parte del Camino de Santiago. Se trata de una divertida prueba con resbalones, risas y un calzado de lo más peculiar.
Calzado peculiar para competir
Bezanes es una de las localidades de Asturias que aún mantiene una tradición que se está perdiendo con el paso de los años. Cada vez quedan menos artesanos que trabajen la madera para darle la forma de zapato con tacos. Es lo que se conoce como madreña, calzado típico asturiano pensado para caminar sin marcharse los pies de barro cuando los caminos están sin asfaltar. Todavía es utilizado, sobre todo en las zonas rurales, y los madreñeros son capaces de tallarlo con una sola pieza de madera en la que además graban su firma para identificar al autor.
Ese calzado típico asturiano es imprescindible para participar en el Campeonato del Mundo de Carrera de Madreñas que organiza la Asociación de Festejos de Bezanes el sábado 3 de agosto a las seis de la tarde. Un centenar de corredores de todas las edades se han inscrito en la prueba que tiene al frente a Eugenio García y que alcanza su cuarta edición. En esta ocasión el trazado se ha ampliado hasta los 450 metros y el tiempo estimado para recorrerlo está en torno a los cuatro minutos. "Hay algunos que vuelan con las madreñas", ha explicado entre risas en COPE este comisionado para la carrera de madreñas.
Homenaje a los artistas
La carrera de madreñas admite también otro tipo de calzado de madera típico de otras regiones de España o de cualquier parte del mundo. El objetivo que busca es poner en valor esas piezas y, sobre todo, homenajear a quienes las tallan de forma artesana. De ahí el premio 'Madreñina del año' que por primera vez será entregado al finalizar la prueba. Esta primera distinción la va a recibir un madreñero de Bezanes, Alejandro Fernández, de 84 años y con taller en Sama de Langreo. "Es un ejemplo vivo de un oficio artesano, artístico y conformador del medio geográfico en el que se desenvolvía ayudando a conservar la salud de nuestros bosques". En toda Asturias puede haber una docena de madreñeros, seis de ellos en el concejo de Caso.