POLIMEDICACIÓN
Una mujer de Asturias con diabetes comparte la receta con la que ha conseguido dejar los fármacos para su patología
Carmen Casado, de 59 años, empezó a tener "ansiedad con la comida" con la llegada del climaterio; pero rechazó una reducción de estómago y ha conseguido que sus médicos dejen de prescribirle dos pastillas diarias
Asturias - Publicado el - Actualizado
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La polimedicación es un problema que va a más en Asturias. Es una cuestión demográfica y de evolución, pero también de errores en la gestión sanitaria. Son las conclusiones a las que han llegado los profesionales reunidos, en el centro municipal integrado de El Coto, en Gijón, para abordar los desafíos y las estrategias a tomar en torno a la polimedicación.
Pero, ¿qué es la polimedicación? Consumir cinco o más pastillas al día. Sin embargo, no solo es una cuestión cuantitativa. Según ha explicado, en COPE, la coordinadora de Farmacia del Servicio de Salud del Principado (SESPA), Marisa Nicieza, también hay que tener en cuenta la cuestión cualitativa: "Puede haber personas que estén tomando menos pastillas, pero algunas de ellas son innecesarias porque se han recetado mucho tiempo atrás o se solapan con otras".
¿Cómo reducir la polimedicación?
Y ahí está el problema. "La fragmentación de nuestro sistema sanitario hace que, cuando uno va 'viajando' por el sistema, con ingresos o consultas en diferentes especialistas, se suelen añadir nuevos medicamentos... y eso va sumando", asegura Nicieza.
También influye el envejecimiento de la población de Asturias. No pasa por alto el viceconsejero de Política Sanitaria del Principado, Pablo García, que "somos más viejos y hay más enfermos porque los sistemas sanitarios y farmacéuticos han cronificado dolencias que antes eran letales". De hecho, una de cada tres personas mayores de 65 años está polimedicada en Asturias.
García asegura que el sistema sanitario debe "diseñar estrategias que permitan revisar los medicamentos que toman los pacientes, teniendo en cuenta la continuidad de los tratamientos". Además, destaca que es importante, también, poner freno a la automedicación: "Tenemos costumbre de mirar en internet y cometemos un error porque no es una fuente fiable; es fundamental acudir a los profesionales porque puede haber tratamientos que, mezclados, pueden ser contraproducentes o nocivos".
Carmen, el caso opuesto
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En la jornada, ha participado Carmen Casado. Es una mujer de 59 años, que empezó a tener "mucha ansiedad por la comida a raíz de la menopausia". Entonces, acudió a su médico y le derivó al endocrino: "Nada más verme, me ofreció una reducción de estómago e inyecciones para bajar de peso", ha contado; pero ella no quería medicación, buscaba "mejorar la alimentación y algo que me calmara la ansiedad".
Entonces, se cruzó en su vida el programa 'Cuido mi Diabetes', enmarcado en el proyecto europeo C4D, que la Consejería de Salud del Principado lleva a cabo con personas con diabetes tipo 2, con la que había sido diagnosticada, tres años atrás, Carmen.
Consiguió, "a través de la alimentación, el ejercicio, la respiración y el descanso" suprimir las dos pastillas diarias (por la mañana y por la noche) que tomaba. De hecho, según el programa, un estilo de vida saludable permite mejorar los niveles de glucemia y, por tanto, reducir el consumo de fármacos.
Ahora, Carmen sigue siendo diabética, "pero la enfermedad está controlada". Celebra, además, que no toma medicación y "siento mucha más energía y más ganas de hacer cosas".