Un joven irlandés visita Las Palmas de Gran Canaria y esto es lo que presencia en plena calle: "Pesadilla"

Si tienes que pensar en una canción que defina mundialmente a la Navidad, seguramente sea 'All I want for Christmas is You' de la cantante Mariah Carey. Es una melodía que gusta a todo el mundo y que se ha popularizado durante muchísimos años... pero imagínate escucharla en bucle durante toda la noche.

Es lo que le pasó a Valentín, un joven irlandés, que denunció en sus redes sociales la pesadilla que vivió durante el fin de semana en Las Palmas de Gran Canaria, cuando por problemas técnicos la decoración navideña estuvo durante horas sonando. La bola decorativa de luces led estaba cerca de su casa y los vecinos salían por la ventana asombrados por lo que estaba ocurriendo, deseando que alguien lo apagara.

Lo que comenzó como una celebración navideña se convirtió en una pesadilla nocturna para él y sus vecinos. De hecho, la policía local de Las Palmas de Gran Canaria intentó desactivar esta canción que sonaba en bucle desde las 10 de la noche.

Valentín grabó y difundió en sus redes sociales un vídeo en el que se escuchaba la música en bucle y él diciendo lo siguiente: “Esta pinche bola de Navidad lleva tres horas, tres horas tocando la misma canción de Mariah Carey. Tres horas sin parar, cada diez minutos. No sé qué está pasando porque ya es la madrugada, pues ya es casi la una por la mañana y hay tres coches de policía ahí investigando cómo pararla”.

Cuenta en COPE Canarias que consiguieron desactivarla a las 4 de la mañana, el tiempo suficiente para no querer escuchar esta canción durante todas las fiestas.

TODO QUEDÓ EN UNA ANÉCDOTA

Valentín, un irlandés que aprendió español con mexicanos, nos cuenta que a pesar de grabar ese vídeo se lo tomó con humor, porque “sonaba tan alto como cuando vas a un festival, con las mismas vibraciones de sonido”.

A toro pasado, Valentín se ríe de la situación. De hecho, cuenta en nuestros micrófonos que como era imposible dormir, llegó “un momento que tuve que salir a bailar a la terraza”.

Relata que la policía llegó a La Puntilla, lugar donde está instalada esa gran bola luminosa y sonora, a las 4 de la madrugada. “Los vecinos que estaban veíamos cómo los agentes estaban como mirando los cables para desenchufarlos, pero nos imaginábamos que si tardaron tanto es porque tocar sería peligroso". 

"Como no podían, al final tuvieron que llamar a los técnicos, pero que igual estarían durmiendo… No sé… un rollo”, señala.

Dice que a pesar de que esa noche fue ajetreada, consiguieron apagarlo y ya no tuvieron que sufrir mucho más esa canción en bucle, “que incluso se le ha cogido manía. Los vecinos ahora nos reímos y no pasó nada más allá que eso”.