El fin del convenio con MUFACE pone en jaque al sistema sanitario público en Canarias

El posible fin del convenio entre el Estado y las aseguradoras que prestan asistencia sanitaria a funcionarios a través de MUFACE podría suponer un "desastre" para la sanidad pública en Canarias. Así lo afirma Levy Cabrera, secretario general del Sindicato Médico, quien advierte que los centros de salud y hospitales no están preparados para asumir de golpe esta carga asistencial.

Un desastre anunciado

Según Levy Cabrera, la incorporación de 63.000 personas del sistema privado al Servicio Canario de Salud generaría un "descalabro" debido a la falta de infraestructuras y personal, especialmente en atención primaria y especializada. "Los centros de salud están a reventar, la mayoría son del siglo pasado y algunos ni siquiera tienen espacio suficiente para los médicos actuales", afirmó, citando ejemplos como el centro de Finca España, cuyos pacientes deben ser atendidos en La Laguna del Cristo por falta de espacio.

Diferencias clave entre MUFACE y la sanidad pública

Cabrera destacó las diferencias estructurales entre MUFACE y el Servicio Canario de Salud. En el sistema privado, los pacientes eligen directamente al especialista, mientras que en el público, la atención primaria actúa como filtro. Este cambio podría ralentizar aún más el sistema público, donde las listas de espera ya son una preocupación.

Más allá de la cantidad, el reto de la edad

El envejecimiento de los pacientes provenientes de MUFACE representa un desafío adicional. "A partir de los 55 años, el consumo de recursos sanitarios crece exponencialmente, especialmente por enfermedades como el cáncer y los problemas cardiovasculares", explicó. Además, señaló que los casos más graves ya son atendidos actualmente por el sistema público, lo que evidencia la presión existente.

La necesidad de fortalecer la sanidad pública

El secretario del Sindicato Médico instó a las autoridades a tomar medidas inmediatas. "Si el convenio no se renueva, será imprescindible reforzar infraestructuras, contratar más personal y organizar recursos, porque el sistema no podrá absorber esta carga de forma eficiente", afirmó.

La incertidumbre sobre el futuro de MUFACE y la posible entrada de miles de pacientes al Servicio Canario de Salud obliga a las autoridades a actuar con rapidez. "Si son 63.000 personas más, se necesitarán recursos adicionales, y la cuestión será la velocidad a la que se puedan implementar", concluyó Cabrera.