Una vecina de Tenerife viaja a Japón, entra a un bar y la lía con un camarero: "Hacía años que no me ponía así"

Viajar a Japón es una experiencia que muchos consideran única, especialmente para quienes provienen de lugares tan diferentes como Tenerife. La vecina canaria, entusiasmada por conocer una cultura tan rica y diversa, se enfrenta a un notable choque cultural, especialmente en el ámbito de la hostelería, los restaurantes y los bares. 

Una de las primeras cosas que notará cualquier viajero que se dirija a Japón es la atención al detalle en la hostelería. En contraste con Tenerife, donde la amabilidad y la informalidad suelen ser la norma, en Japón la hospitalidad se vive con una dedicación casi ritual.

Los empleados en restaurantes y bares no solo son serviciales, sino que parecen anticipar las necesidades de los clientes, creando una atmósfera donde la satisfacción del cliente es primordial. Los restaurantes en Japón suelen ser mucho más organizados y, a menudo, cuentan con sistemas de reserva más estrictos.

La puntualidad es esencial, y llegar tarde puede ser considerado una falta de respeto. Esto puede ser un cambio notable para quienes están acostumbrados a la flexibilidad de horarios en la hostelería canaria. La gastronomía japonesa es diversa y sorprendente.

Entra a un bar

La presentación de los platos es un arte en sí misma, algo que puede dejar boquiabiertos a quienes vienen de un lugar donde la comida suele ser más informal. En Japón, cada plato está cuidadosamente elaborado y presentado, lo que no solo apela al gusto, sino también a la vista. Si no, que se lo digan a esta vecina de Tenerife.

Todos los que visitan el país se asombran al ver cómo un simple sushi se convierte en una experiencia estética. Además, los menús suelen estar escritos en japonés, lo que puede ser un desafío para aquellos que no dominan el idioma. Sin embargo, muchos restaurantes cuentan con menús ilustrados, lo que facilita la elección de los platos.

Pero lo más peculiar que encontró esta vecina de Tenerife en Japón protagonista de la historia son los muscle bars. Estos locales, donde los camareros son a menudo culturistas o entusiastas del fitness, ofrecen una experiencia que combina la gastronomía con el espectáculo. Es por lo que el vídeo se ha convertido en tendencia.

En estos bares, los camareros no solo sirven bebidas y comidas, sino que también interactúan con los clientes de manera divertida y dinámica. La atmósfera de un muscle bar es generalmente animada, con música y una energía vibrante. Los camareros, con sus impresionantes físicos, a menudo realizan pequeñas actuaciones o muestran su fuerza.

La lía con un camarero

Esto agrega un toque de entretenimiento a la experiencia, como le ocurre a la joven que vive en Tenerife. Esta forma de hostelería puede ser un choque cultural significativo para alguien que está acostumbrado a un ambiente más relajado y familiar. La reacción que tiene la vecina tinerfeña se ha hecho viral en TikTok.

La reacción que tiene lo dice todo. El viaje de una vecina de Tenerife a Japón promete ser un viaje lleno de descubrimientos y aprendizajes. Las diferencias en la hostelería, la gastronomía y la experiencia en los muscle bars ofrecen una ventana a una cultura rica y compleja que desafía y enriquece.